Las pérdidas en melón, sandía y zapallo serían de 50% y la repercusión en los sembrados de maíz y sorgo genera daños muy difíciles de afrontar.

Argentina.- Debido a la persistencia de la falta de lluvias intensas en toda la zona del departamento Avellaneda, prácticamente la totalidad de los productores agropecuarios mostraron su preocupación por las pérdidas de un importante porcentaje de la cosecha cucurbitáceas, es decir de melón, sandía, zapallo, así también como la repercusión por las grandes pérdidas en los sembrados de maíz y sorgo, lo que los “afecta de manera directa y produce daños económicos muy difíciles de afrontar”, según informó Nuevo Diario.

En ese sentido, los productores de la zona comentaron que “los algodones, si no llueve en los próximos días por lo menos 100 milímetros, las pérdidas podrían ser totales, ya que sufren un importante estrés hídrico producto de la falta de humedad, asociadas a las altas temperaturas reinantes, registrando hasta este momento pérdidas que ascienden al 50 % de la superficie sembrada”.

Una de las producciones más importantes en cuanto a volumen en el departamento Avellaneda es la alfalfa, la que “esta pasando por su peor momento, ya que la sequía hace que la planta no rinda, lo que imposibilita cortarla, dejando a los colonos sin producción para vender y, por lo tanto, no se pueden afrontar los gastos diarios, a lo que se suma el peligro de no poder producir de semilla, lo que sumado a la falta de fardos genera un sombrío panorama para el sector”, estiman los productores agropecuarios.

Los trabajadores rurales de la zona de Icaño, nucleados en las distintas instituciones estiman que “debería decretarse la emergencia agropecuaria, por lo que solicitamos una reunión al agente de desarrollo Miguel Bernat, para que transmita a las autoridades provinciales sobre el grave problema por el que atraviesa el sector”, expresaron a Nuevo Diario, LV11 y FM 88.1 y destacaron que desde la institución se hizo un relevamiento por los comercios, pudiendo confirmar el alto impacto de esta situación en las ventas. Los comercios vieron reducidas sus ventas y además se detectó una notoria falta de pagos por parte de los productores, los que atraviesan una mala situación económica.

Otra de las preocupaciones comentadas por los productores algodoneros es que “cada vez es más frecuente el uso del herbicida 2-4-D, que está siendo utilizado para barbecho de soja en períodos tardíos, lo que viola una ley provincial que prohibe su uso en determinadas fechas, lo que no es acatado y afecta el algodón por la volatilidad, produciendo que la hoja se seque, volteando la formación, siendo este un efecto constante que se suma a la sequía produciendo verdaderos estragos en los algodonales”.

El herbicida 2-4-D es de alta volatilidad, que en forma de humo o vapor en el aire se torna dañino aún a varios kilómetros del lugar de su aplicación, produciendo en las plantas de algodón deformaciones que aparecen sobre el tejido meristemático (de crecimiento) o aquellos potencialmente meristemáticos. Todas las partes de la planta: hojas, tallos, flores y cápsulas que se originan después de contaminados pueden mostrar lesiones con una importante pérdida de la producción. Por este motivo los productores lo que solicitaron es que se hagan cumplir las leyes vigentes en este sentido y reclamaron mayores controles respecto al uso y control de los herbicidas que sumados a la sequía causan estragos.