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Noticias Internacionales - Febrero 2013


13 de febrero de 2013

"Si no cooperamos el agua se convierte en un elemento de conflicto"

María del Carmen Ugarriza Hernández

Josefina Maestu dirige la Oficina de ONU-Agua, un organismo que tiene su sede en Zaragoza, que gestiona de forma integral los recursos hídricos y que es el centro de coordinación de Naciones Unidas en esta materia. La directora incide en la importancia de cooperar para evitar que el agua se convierta en un elemento de conflicto.

Zaragoza.- La Oficina de ONU-Agua, con sede en Zaragoza, es la encargada de gestionar los recursos hídricos de una forma integral y es el centro de coordinación de Naciones Unidas en esta materia. Su trabajo está enfocado a desarrollar programas de información y sensibilización, fomentar las buenas prácticas y poner a disposición de los medios de comunicación toda la documentación relacionada con temas de agua y saneamiento.

Al frente de ella está Josefina Maestu, quien destaca la importancia de la cooperación entre países para que el agua no se convierta en un elemento de conflicto. Precisamente, éste es uno de los temas de la conferencia que se ha celebrado en la capital aragonesa coincidiendo con el Año Internacional para la Cooperación en Materia de Agua.

Pero, la directora remarca que la cooperación también es importante para la conservación de los recursos naturales y para asegurar los servicios de agua y saneamiento a los más pobres, una asignatura aún pendiente.

Pregunta.- Dirige la Oficina de ONU-Agua en Zaragoza desde 2009, ¿cuáles son sus principales líneas de acción?
Respuesta.- Las líneas de trabajo están marcadas por un acuerdo internacional que existe entre el Gobierno de España y Naciones Unidas desde 2006 y son tres fundamentales. Por un lado, un programa de información y sensibilización que se basa en la creación de un centro de documentación sobre agua y saneamiento de Naciones Unidas, que es gestionado por la oficina en Zaragoza y desde el que se puede acceder de una forma integrada a todas las publicaciones, libros, vídeos, documentación para medios u entrevistas de todas las agencias que tienen programas de agua. Por otro, están las actividades relacionadas con el programa de mejores prácticas que tiene como componentes el premio “El agua, fuente de vida”, que es el único que da Naciones Unidas en materia de agua, y de la conferencia anual de Zaragoza que organizamos con personas que implementan estos proyectos. Y, por último, un programa potente para medios de comunicación, que está muy dirigido a medios de países en vías de desarrollo, especialmente de América Latina o África, para que dispongan de información veraz y fiable en relación a temas de agua y saneamiento y puedan exigir a sus propios países el cumplimiento de las resoluciones que ellos firman.

P.- ¿Por qué Naciones Unida plantea la instalación de una oficina del agua en Zaragoza y qué le puede reportar a la ciudad?
R.- Naciones Unidas responde a la solicitud del Gobierno de España de desarrollar una parte de sus actividades aquí. En 2003 se declara la Década del Agua y hay dos Gobiernos que van a poner recursos adicionales para asegurar que ésta sirve para dar más prioridad a los problemas del agua en dos vías: mejorar el acceso y el saneamiento para los más pobres y la gestión del agua. La Expo generó que Zaragoza tuviese una entidad de capitalidad en el mundo en relación con los temas del agua y hay un mayor compromiso por parte de la ciudad.

P.- ¿Cree que se ha conservado bien ese legado?
R.- Una parte importante de su legado fueron las Semanas Temáticas del Agua, a partir de las cuales se han producido publicaciones y se han sacado conclusiones que se han llevado a diferentes eventos internacionales. Éste es el caso de la Carta del Agua que se suscribió, donde hay temas como el derecho humano al agua que, de hecho en 2010, reconoció la Asamblea General de Naciones Unidas.

P.- Expertos internacionales se han reunido en Zaragoza para preparar sus contribuciones para el 2013 Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua. ¿A qué conclusiones se han llegado?
R.- Lo que se ha conseguido es sensibilizar sobre los problemas que existen en las cuencas trasfronterizas y sobre la necesidad de cooperar para hacer una gestión adecuada. Hay que tener en cuenta que 276 cuencas en el mundo son transfronterizas, lo que supone que el 40% de la población mundial vive en cuencas trasfronterizas , y casi el 90% de los países tiene alguna cuenca compartida, eso da una idea de la dimensión del problema. Sin embargo el 60% de las 276 cuencas internacionales no tiene marcos de cooperación. La conferencia ha sido muy práctica y sobre todo se ha hablado de cómo cooperar, porque tenemos unos instrumentos a escala internacional para apoyarla y promoverla como las convenciones de agua (la Convención de 1997 sobre el derecho de los usos de los cursos de agua internacionales para fines distintos de la navegación y el Convenio de 1992 sobre la protección y utilización de los cursos de agua transfronterizos y de los lagos internacionales). Entre las conclusiones de la conferencia destacan la necesidad de institucionalizar esa cooperación y de crear secretariados y también la importancia de empezar con unos procesos para ir construyendo confianza entre las partes, empezando por la recogida de la información básica pluviométrica, de derechos de agua que hay en cada uno de los países. También se ha hablado de la cooperación local, sobre cooperación en ciudades, donde se ha debatido mucho sobre si son más efectivas las organizaciones cuando cuentan con la colaboración de diferentes agentes que si lo hace una sola institución, y sobre zonas rurales, donde se ha debatido sobre cómo generar estructuras comunitarias de gestión del agua y cómo hacerlas sostenibles.

P.- ¿Y por qué es preciso fomentarla?
R.- La cooperación es el camino para la paz porque, si no cooperamos, el agua en vez de convertirse en un medio para estar unidos se convierte en un elemento de conflicto, y es algo que no puede ocurrir. Es importante también para asegurar que damos servicios de agua y saneamiento a los más pobres y para conservar el medio ambiente, además de para conseguir que las actividades económicas tengan suficiente agua y prevenir los daños económicos que puede generar el cambio climático.    

 

 

 

Maestu destaca la importancia de la cooperación entre países



Fuente:
María del Carmen Ugarriza Hernández, 13 de febrero de 2013, "Si no cooperamos el agua se convierte en un elemento de conflicto". www.aragondigital.es
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