Ambos grupos intercambian acusaciones mientras se inicia la limpieza de los depósitos del Campo de San Francisco
El agua potable de Peñaranda no sólo se ha convertido estos días en centro de la indignación y denuncias de los vecinos por su color y olor, sino que también está motivando un continuo cruce de acusaciones entre PP y PSOE dentro de su particular guerra política en el Ayuntamiento.
El equipo de Gobierno del PP sigue tomando medidas para corregir la situación, entre ellas la limpieza de los depósitos del Campo de San Francisco que, según sus fuentes, “llevaban décadas sin limpiarse y esto también acarrea problemas en el agua”, mientras el PSOE afirma que esa labor se realizó la última vez hace unos cinco años coincidiendo con el nuevo encofrado que se hizo en la instalación.
Los populares tranquilizan a la población y aseguran que se está haciendo todo lo posible para subsanar los problemas y los socialistas critican “los palos de ciego” en una polémica que lleva candente más de un mes.
Mientras tanto, y hasta que se den a conocer los análisis realizados por Sanidad esta misma semana, abrir el grifo sigue generando cada día escenas más propias de una comedia con niños que se niegan a meterse en la bañera con un agua verdosa o parda, según las zonas del casco urbano.