El volumen de agua que va por los canales es casi el mismo que el del año pasado, y 44% menor al de 5 años atrás.

El río San Juan se vio definitivamente favorecido con el verano lluvioso y su caudal trepó a niveles aceptables para la época, pero desde el Departamento Hidráulica confirmaron que la distribución seguirá siendo ‘’austera’’, en orden a los mismos volúmenes que el verano pasado se erogaban por los canales, cuando la sequía era extrema. ¿Las razones? Los diques Quebrada de Ullum y Caracoles terminarán a fin de temporada ‘’técnicamente secos’’ y todo lo que se pueda embalsar es bienvenido, aunque en la mayoría de los días de este verano se terminó erogando más agua que la que traía el río.

El guarismo de aforo del río marca por estos días un promedio que está sobre los 45 m3/s (hay días que llegó a 78 o ayer, por ejemplo, a 53 m3/s), cuando a esta misma altura del año pasado traía 35 m3/s, es decir un 28% menos. Pero el agua que sale de las compuertas y que va a riego, es prácticamente la misma, con un coeficiente promedio que circula por los canales que ronda los 0,41 m3/s. Cinco años atrás, el volumen que se erogaba para riego era un 44% más importante, claro que por entonces no había un escenario de sequía como el de las últimas 3 temporadas. 

Esa consecutividad de años secos ‘’licuó’’ el agua que tenían embalsada tanto el dique de Ullum como Caracoles, e hizo más crítico aún el escenario hídrico provincial.

‘’Es un régimen de distribución austero el que tenemos, que fue diagramado con las Juntas de Riego. Hay una realidad, aún no sabemos cómo será este invierno (en materia de nevadas) y por consecuencia tampoco qué volumen de agua tendremos la próxima temporada estival, por lo que debemos tomar algunas previsiones’’, explicó el titular del Departamento de Hidráulica y subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia, Jorge Millón. 

Se repetirán los 100 días de corte

La herramienta que en las últimas dos temporadas utilizó Hidráulica para apuntalar el embalse de los dos principales diques se repetirá: se trata de los 100 días de restricción de agua, que comienzan en marzo y se profundizan en los meses de junio y julio, momento en que se realiza la monda de canales. 

Por la crítica situación de las presas, se barajó la posibilidad de sumar más días, pero por el tipo de cultivos que proliferan en San Juan y los periodos de regadíos, resultó imposible. ‘’Llegar a 100 o 102 días es a lo máximo que podemos aspirar. Sumar jornadas sin erogación sería poner en peligro algunos sectores productivos’’, comentó Millón.