Barcala afirma que no ha habido riesgo para la salud.
Los problemas de turbidez y color en el agua potable de Peñaranda se remontan, como mínimo, al año 2007, tal y como demuestran los informes hechos públicos esta semana por el alcalde, José Antonio Jiménez Barcala, y que corresponden a la anterior gestión del PSOE.
"Los socialistas sólo colgaron en la web los análisis que eran favorables y el resto se ocultaron por lo que a su petición de entregar todos los informes desde el uno de enero del 2012 vamos a responder con ésos y con los de todos éstos años en los que ellos gobernaban y se producían los mismos problemas e incluso más graves", afirmó el regidor.
Se han recopilado los ruegos y preguntas de la legislatura pasada relacionados con este mismo asunto y entre los que figuran numerosas peticiones para la limpieza tanto de la potabilizadora como de los aljibes así como la reivindicación de las obras de renovación del abastecimiento que el anterior delegado del Gobierno, Jesús Málaga, anunció que darían comienzo a principios del 2011. "Poco o nada tiene que ver con la irresponsabilidad de la oposición de esta legislatura", señaló Barcala.
El alcalde manifestó, también, que "el agua nunca ha supuesto ningún riesgo para la salud y tanto el personal técnico como el sanitario han actuado en este caso de forma correcta llevando a cabo todas las acciones necesarias para corregir la situación lo antes posible".