En la ciudad española de Chiclana de la Frontera, localizada en el suroeste de España, se cuenta con un sistema de generación de energía a partir de aguas residuales. Se trata de un gran proyecto de más de $15 millones de dólares que hace uso de energía solar, algas y aguas residuales para generar biocombustible, de forma que se pueda aportar otro granito de arena a la ecología.
La idea de utilizar algas para crear biocombustible no es nueva y ya ha sido utilizado anteriormente. Dado que se requiere una gran cantidad de agua para completar el proceso, en la mencionada ciudad española han optado por utilizar agua contaminada que terminaría en el mar de no ser por este proyecto.
El proyecto lleva el nombre All-gas y se realiza en una planta municipal, donde se mezclan las aguas con algas para generar posteriormente el biocombustible.