Egipto ha reconocido este sábado estar muy preocupado porque Etiopía aún no ha respondido a su invitación para hablar sobre la polémica construcción de una presa etíope, la presa del Gran Renacimiento, en el río Nilo.
"Egipto está profundamente preocupado ya que Etiopía aún no ha reaccionado a la invitación que el Ministerio de aguas e Irrigación de Egipto realizó para llevar a cabo una reunión en El Cairo sobre las consecuencias de la presa", ha declarado el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
Egipto teme que la presa pueda reducir el cauce de agua del Nilo, vital para sus 84 millones de habitantes. El mes pasado, el derrocado presidente Mohamed Mursi aseguró que "todas las opciones" permanecían abiertas, lo que llevó a Etiopía a asegurar que estaba preparada para defender la presa, que sería construida cerca de su frontera con Sudán y cuya construcción costaría cerca de 4.700 millones de dólares (3.576 millones de euros).
El mes pasado, un equipo de expertos de Etiopía, Egipto y Sudán evaluó el impacto que podría tener la construcción de la macropresa. El Ministerio de Exteriores ha señalado que uno de los objetivos de la reunión era discutir las conclusiones de los expertos, aunque no ha añadido más detalles.
Egipto cita un pacto de 1929 que permite al país recibir 55.500 millones de metros cúbicos al año del cauce del Nilo, que es de unos 84.000 millones de metros cúbicos. Etiopía y otros países, tales como Kenia y Uganda, consideran que las reclamaciones egipcias están desfasadas y el mes pasado aprobaron un tratado que limita los derechos que ostenta Egipto sobre el río Nilo, derivados de la etapa postcolonial.