Según imágenes espectaculares captadas entre el 30 de junio y el 25 de julio por el Observatorio Medioambiental del Polo Norte, de Estados Unidos, debido al aumento de calor en este intervalo, los densos mantos de hielo que suelen cubrir la superficie del Polo Norte se han fundido y se ha formado un enorme lago de agua glacial. 

Si bien en abril el Ártico fue testigo de una de las mayores nevadas de los últimos años, en mayo el calor se elevó, y se situó hasta julio entre uno y tres grados por encima de la media, lo que aceleró el proceso del deshielo de la región conocida mundialmente por sus frías temperaturas. 

Como se sabe, el agua capta más radiación solar que el hielo, por ende, la zona se torna más cálida debido a las altas temperaturas elevadas. En total, el Polo Norte registró este año temperaturas de entre dos y cinco grados por encima de la media. 

En este sentido, Gail Whiteman, experto de la Universidad Erasmus en los Países Bajos, al referirse a la fusión de hielo que libera nubes de metano a la atmósfera y acelera el ritmo del calentamiento del planeta, ha advertido sobre la deformación del Ártico. 

Sin embargo, los científicos no han llegado hasta la fecha a un amplio consenso sobre si el deshielo motiva el calentamiento de la Tierra.