Lima, El rechazo al proyecto aurífero Conga se focaliza hoy en un gélido paraje de las alturas de la región norandina peruana de Cajamarca, donde miles de manifestantes permanecen acampados vigilando una laguna cuyo vaciado prevé el proyecto.

Los manifestantes llegaron anoche al lugar desde diversas provincias de Cajamarca, tras un incidente con la policía en el que esta arrestó por breve tiempo a algunos de ellos, y dicen cuidar la laguna El Perol, a cuatro mil metros de altitud.

Nicanor Alvarado, uno de los dirigentes de la movilización, dijo que cuatro mil de manifestantes llegaron a las cercanías de la laguna y montaron un campamento en el cerro El Indio, donde hicieron una asamblea en la que confirmaron la decisión de no permitir ninguna obra del resistido proyecto aurífero Conga.

La empresa Yanacocha, socia local del proyecto de capital mayoritario nortamericano, aseguró que no hubo heridos ni detenidos y que algunos manifestantes quemaron tuberías y otros materiales de la empresa, pero dejaron la propiedad de esta.

En declaraciones telefónicas, Alvarado señaló que la policía intentó detener a los marchistas de diversas provincias de la región norandina de Cajamarca y apresó a cuatro de ellos, pero los puso en libertad rápidamente.

Fuentes policiales aseguraron que los agentes actuaron para sacar de terrenos de Yanacocha a campesinos que ingresaron a los mismos sin ceñirse a una ruta fijada por la policía para la marcha.

Alvarado informó también que hoy los manifestantes construirán chozas para permanecer todo el tiempo que sea necesario a fin de impedir la ejecución del proyecto, que cuenta con apoyo gubernamental.

Señaló que "los guardianes de la laguna" serán relevados periódicamente por nuevos marchistas y mantendrán vigilancia sobre El Perol, de casi dos kilómetros de diámetro, e impedirán obras proyectadas para construir un reservorio en el cerro El Indio, donde están instalados.

El presidente regional (gobernador) de Cajamarca, Gregorio Santos, se sumó a la protesta y dijo que el gobierno nacional será responsable de posibles hechos de violencia, por haber desplegado un millar de policías a resguardar los predios de Yanacocha.

El rechazo al proyecto Conga -que prevé una inversión de cuatro millones 500 mil dólares- se debe a la convicción popular de que afectará la provisión de agua y el medio ambiente y motivó en 2012 manifestaciones reprimidas con un saldo de cinco muertos.

Las resistencias al proyecto y esos luctuosos sucesos han dado lugar a dos crisis ministeriales y el año pasado obligaron a la empresa y el gobierno a suspender el proyecto, cuya reanudación depende de la licencia social -es decir la anuencia ciudadana-, según reconocen el Ejecutivo y la compañía.