Los sedientos residentes de Beijing tendrán acceso a mayor cantidad de agua en 2014, después de completarse un costoso proyecto de canalización que transportaría aguas básicamente residuales. Para ese entonces, el agua que salga de sus canillas provendrá de la reserva Danjiangkou, creada en 1958 luego del embalse del Río Han que fluye por las provincias de Henan y Hubei. Pero los campesinos locales no se atreven ni a lavarse las manos en las aguas que llenan la reserva.

El proyecto de Canalización de las Aguas de Sur a Norte, concebido originalmente por Mao Zedong en 1958 y aprobado 44 años después, es el mayor proyecto jamás planeado y apunta a resolver el severo problema de escasez de agua en el norte de China.

El agua de las áreas inferior, media y superior del Río Yangtze, será desviada hacia el Norte, formando tres rutas de canalización del agua llamadas línea del Este, central y del Oeste. La inversión total para este proyecto se acerca a los 80 mil millones de dólares.

La línea central del proyecto utiliza la Reserva Danjiangkou como fuente de agua, y la canalizará hacia Beijing y Tianjin, con una longitud cercana a los 1.300 km. La parte principal del proyecto se completará a fines de 2013 y el resto, en 2014.

El río Shending, una cloaca abierta

La TV Central de China (CCTV) dijo en un informe del 19 de junio, que el río Shending, un afluente del río Han, es una cloaca abierta que circula a unos 5 km de la ciudad de Shiyan, provincia de Hubei. En la superficie del agua se puede ver flotando por todos lados diferentes tipos de basura y cadáveres de animales, mientras que un lodo negro obstruye el cauce fluvial y todo el río emite un hedor insoportable.

La ciudad de Shiyan tiene una planta municipal de tratamiento de aguas residuales, pero los residentes de las inmediaciones dijeron ante la CCTV que las aguas cloacales de Shiyan no son procesadas en lo absoluto y que, en cambio, son vertidas directamente en el río Shending. Afirmaron que la planta de tratamiento descarga las aguas residuales en el río en un promedio de dos a tres veces por semana a través de un canal secreto. El olor es asqueroso, y las aguas cloacales tiñen inmediatamente las aguas de negro.

El río Shending converge con el río Han, y finalmente fluye hacia la Reserva Danjiangkou unas decenas de kilómetros río abajo.

Allí, los residentes dicen que no solo no se atreven a usar esta agua para irrigar sus cultivos, sino que ni siquiera se lavarían las manos en el río, ya que el solo hecho de sumergir los pies les causa comezón durante días.

En julio de 2012, el gobierno de la ciudad de Shiyan publicó en su sitio web un informe titulado “Planes detallados para el tratamiento de ríos por debajo del estándar”. Allí se mencionaba que los ríos Shending, Qiang, Si y Jian, los cuatro afluentes del río Han, estaban categorizados como “Nivel inferior cinco”. Las aguas subterráneas de China se dividen en cinco categorías. El “nivel inferior cinco” significa que el agua está por debajo del estándar necesario para su uso en irrigación de cultivos y turismo.

El río Han, una fosa séptica

El dueño de un restaurante en el condado de Ziyang contó a la CCTV que todos los restaurantes ubicados a lo largo del río arrojan los desechos de sus desagües y cloacas directamente en el río Han.

Otros residentes agregaron que la zona no cuenta con una planta procesadora de aguas residuales, y que arrojar los desechos directamente al río es una práctica común. Además, el vertedero de desechos sólidos está ubicado junto al río, así que cuando llueve, el agua de lluvia arrastra la basura hacia el río Han. Algunos residentes consideran al río Han como la fosa séptica del condado de Ziyang.

Zhao Zhangyuan, investigador de la Academia China de Investigación de Ciencias Ambientales, dijo a CCTV que le preocupa que cuando se complete el proyecto de canalización, el agua desviada sea en realidad agua cloacal, lo que causará desastres en Beijing.

Aunque el Partido Comunista Chino viene hablando del proyecto de canalización desde hace décadas, los expertos no dejan de cuestionarlo.

A fines de 2012, Wang Weiluo, ingeniero hidráulico radicado en Alemania, hizo una evaluación del proyecto y concluyó que éste viola el principio fundamental de desarrollo sustentable. La zona fuente no puede proveer una cantidad tan grande de agua y el daño que provoca este proyecto al ecosistema es peor que el de las Tres Gargantas, dijo Wang. Y además, la población que debe ser reubicada es mucho mayor que la anticipada.