Entre las iniciativas de mayor envergadura figura el proyecto de instalación del sistema de suministro de agua en el estado de Ceará (noreste), que trasladará agua desde el embalse Castaño -el más grande del país- a la capital del estado, Fortaleza.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se comprometió este lunes con su pueblo a invertir 30 mil millones de reales (unos 15 mil millones de dólares) en obras y proyectos destinados a mitigar el efecto de las sequías que afectan al nororiente del país, así como también a "universalizar el acceso al agua" potable.

Explicó que el 80 por ciento de esa inversión, anunciada hace dos años y prevista hasta fines de 2014, está dirigido a obras estructurales, que abarcan desde represas y canales hasta estaciones de tratamiento de agua.

Además de implementar matrices, embalses, canales, plantas de tratamientos y ductos, el plan contempla obras dentro del proyecto de integración del río San Francisco del Gobierno Federal.

Entre las iniciativas de mayor envergadura figura el proyecto de instalación del sistema de suministro de agua en el estado de Ceará (noreste), que trasladará agua desde el embalse Castaño -el más grande del país- a la capital del estado, Fortaleza.

También se contempla construir un acueducto de 112 kilómetros en el estado de Paraíba, que dirigirá agua del río San Francisco a un total de 38 municipalidades. Las obras comenzaron en octubre pasado y su término está previsto para el 2015.

En tanto, agregó que el 20 por ciento restante servirá para reforzar el programa social conocido como “Agua para Todos”, que desde 2012 ha llevado agua potable a unas 240 mil personas que antes carecían por completo del servicio.

Otra de las iniciativas es el proyecto de matriz Algodón en el estado de Bahía. La Fase I ya se completó y beneficia a más de 100 mil habitantes de la región de Guanambi, mientras que la Fase II sería contratada este año por la empresa de aguas.

Durante su acostumbrado programa de radio semanal, precisó que gran parte de esa inversión está dirigido a la “empobrecida región nororiental”, donde cada año se registran sequías que afectan el desarrollo de poblaciones, en su mayor parte, dedicadas a la actividad agrícola.

De igual manera, la jefa de Estado aseguró que su Gobierno "hace todo el esfuerzo posible para enfrentar ese desafío importantísimo, que es el de universalizar el acceso al agua", tanto para el consumo, como también para la irrigación en las regiones agrícolas.

Las fuertes sequías que anualmente se registran al noreste de Brasil han sido especialmente fuertes en los últimos meses, más aún en ciertas zonas como el estado de Pernambuco, donde llevan más de una semana racionando el servicio de agua.

Durante la gestión de Rousseff se han instalado 260 cisternas. Para apoyar la iniciativa, cuatro mil 624 camiones distribuyen agua a 750 municipalidades con ayuda del Ejército.