Las autoridades ambientales brasileñas indicaron que las lluvias torrenciales de los últimos días causaron la muerte de miles de peces en uno de los lugares turísticos de la ciudad de Río de Janeiro, la Laguna Rodrigo de Freitas.
La precipitación provocó que la cuenca de la laguna se llenara de materia orgánica que consumió el oxígeno.
Las autoridades señalaron que fueron sacadas más de 12 toneladas de peces muertos y que esperan que la situación mejore en la tarde cuando suba la marea del Océano Atlántico.
La laguna se alimenta tanto de agua dulce como salada.