Según los datos de meteorología, esta sequía podría convertirse en la más extrema de los últimos treinta años.
El gobierno promete dar apoyo a los agricultores, los cuales son los principales aportadores a la economía del país.
Algunos de estos agricultores se están librando de ganado en previsión de enfermedades. Esto podría disminuir el nivel habitual de las exportaciones de Nueva Zelanda.