La Habana.- La Política Nacional del Agua que desarrolla Cuba canaliza estrategias para un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos en el país, sostuvo hoy el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).

El empleo racional y productivo del agua disponible; el uso eficiente de la infraestructura construida; la gestión de riesgos asociados a la calidad del líquido y los vinculados a eventos climatológicos son las cuatro estrategias establecidas, explicó Inés María Chapman, presidenta del INRH.

Tales prioridades están reconocidas a través de 22 principios rectores que a su vez contienen las directrices a poner en práctica por todos los organismos de la administración central del estado, dijo en el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo.

Entre estos se establece el uso equitativo y derecho común al agua, por lo que se le da prioridad a la rehabilitación y desarrollo de redes técnicas.

Otro de los principios es el pago de usos y derechos del agua, medida encaminada a reducir de forma gradual el subsidio por el gasto del vital líquido y así concienciar a la población de la necesidad de ahorrarlo.

Explicó Chapman que se aplican tarifas para el sector no residencial y se evalúa el momento que en que involucrarán a otros sectores.

Se tratará de metrar las viviendas para el sector residencial, subrayó.

El estado cubano continuará con el financiamiento de las inversiones y depreciación de obras hidráulicas.

Estas tácticas requieren de la comprensión y puesta en práctica de los usuarios estatales, no estatales y la sociedad en general.

Añadió la funcionaria que resulta imposible trazar una política sin el diagnóstico de problemas internos, riesgos, vulnerabilidades y fortalezas analizadas cada una en su carácter independiente.

En ese sentido, Chapman señaló que la lluvia es la única fuente de abasto que existe en Cuba con una magnitud relativamente baja, razón por la cual los recursos hídricos potenciales y favorables son limitados.

Sin embargo, a partir de la infraestructura edificada son favorables los recursos hidráulicos de los que se dispone.

Añade que un problema crítico para el escurrimiento de las precipitaciones son los sistemas de drenaje urbanos, así como zonas bajas proclives a inundaciones.

La Política Nacional del Agua quedó aprobada el 2 de diciembre del 2012 por el Consejo de Estado.