Naciones Unidas, La región árabe sufre una crisis de agua con alarmantes niveles de crecimiento, que demanda rápidas respuestas para evitar mayores consecuencias humanitarias y conflictos, advirtió hoy el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En su más reciente reporte sobre la gobernanza de este recurso, la entidad de la ONU señaló que se necesitan cambios de políticas, que incluyan el manejo sustentable y la implementación de planes con visión a largo plazo.

Se trata de enfrentar una situación con retos potenciales, como la escalada de conflictos, la migración y el colapso económico, precisó.

Según el PNUD, está en peligro el desarrollo humano en la región árabe (Norte de África y Oriente Medio), donde habita el cinco por ciento de la población mundial con menos del uno por ciento del agua disponible en el planeta.

Igual de alarmantes son las estadísticas que reflejan allí apenas el 2,1 por ciento del promedio anual de lluvias a nivel global, y que el 87 por ciento de sus áreas son desérticas, expuso el programa en su informe presentado en Bahrein.

Un ciudadano árabe promedio tiene ocho veces menos acceso al preciado líquido que el residente en otras zonas del planeta.

Este escenario hace que de las 20 naciones con mayores dificultades en el acceso al agua en el mundo, 14 se ubiquen en la región árabe, entre ellas Arabia Saudita, Bahrein, Catar, Libia, Kuwait, Yemen, Djibouti y Jordania.

Para la administradora del PNUD, Helen Clark, urgen respuestas a una situación que tiende a agravarse por los efectos del cambio climático y el crecimiento poblacional y económico.

Entre los elementos de buena gobernanza en el manejo del agua la ONU cita: la equidad, la sustentabilidad económica y ambiental, la transparencia en la gestión del recurso y el control sobre el mismo.

Además, considera clave el impulso a reformas en instituciones, la educación y los acuerdos internacionales.