Beijing, La clausura de la sección de un oleoducto en Qingdao que explotó con trágico saldo y la suspensión de dos ejecutivos de la corporación Sinopec debido a ese accidente actualizan hoy la situación en esa localidad de la oriental Shangdong.

Ese tramo del oleoducto propiedad de la poderosa Sinopec que había funcionado durante 27 años entre el distrito Huangdao de Qingdao y la vecina ciudad de Dongying, también en la provincia de Shandong, fue cerrado al comprobarse que fue causante de la detonación.

Voceros oficiales dieron a conocer también que otros dos conductos soterrados de químicos que atraviesan dos avenidas de Huangdao serán también trasladadas a otras zonas de ese distrito.

De acuerdo con los reportes oficiales, el hecho del viernes provocó 55 muertos, 145 heridos y nueve desaparecidos, así como gran destrucción y la contaminación del mar.

El derrame del combustible pasó a los conductos que llevan al mar el agua de lluvia, por lo cual más de tres mil metros cuadrados de la bahía de Jiaohou fueron cubiertos de petróleo.

Entretanto, Sinopec anunció la suspensión de Tian Yimin y Qian Jianhua, quienes ocupaban los cargos respectivos de secretario del Partido Comunista de China y gerente general de la compañía de Transportación y Almacenaje subsidiaria de esa petroquímica a cargo de ese oleoducto.

Ambos son considerados, como dirigentes de la compañía, responsables directos de las explosiones, que fueron provocadas por un salidero iniciado la madrugada del viernes y que se incendió en la mañana con las consecuentes detonaciones.

Además de estas destituciones, Sinopec dio a conocer que comenzó un trabajo integral de sus redes de oleoductos y gasoductos con el fin de evitar incidentes como el ocurrido en Qingdao, y ayer organizó una teleconferencia con la atención de casi cuatro mil de sus empleados.

En ese encuentro virtual, los directivos de esta poderosa empresa estatal china pidieron a sus empleados aprender la lección de esta tragedia e incrementar su trabajo para evitar riesgos.