ERICK SUÁREZ
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) acordó entregar licencias de aprovechamiento de recursos hídricos, en beneficio de tres proyectos hidroeléctricos que serían desarrollados en municipios del Centro. Asimismo, una tercia de trámites de esa clase para planes del mismo tipo está en proceso. Los permisos fueron gestionados por particulares; corresponden a las llamadas "minihidroeléctricas", en todos los casos.
El gobierno federal autorizó otorgar permisos para uso de aguas superficiales en la cuenca del Grijalva-Usumacinta, a centrales hidroeléctricas de baja generación, a finales del año pasado. Sin embargo, prohibió explotar 13 cuerpos hídricos que corren por Chiapas -distribuidos en nueve regiones-, desde hace un mes. Las disposiciones fueron originadas en decretos publicados por dependencias de ese nivel.
La Conagua recibió 11 peticiones de consentimiento para aprovechar agua, a favor del mismo número de centrales que desean instalarse en la entidad, durante los recientes seis años. Una fue presentada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE); las restantes por privados. Una -la de la paraestatal- correspondió a una hidroeléctrica, las demás a "minihidroeléctricas".
Seis iniciativas tendrán su sede en Cacahoatán y Ostuacán -tres cada uno-; y cuatro en Totolapa y San Lucas -dos, cada uno-. Las fuentes de abastecimiento serán los ríos San Lucas, San José, Totolapa, Salado, Blanco, Coatán; así como los arroyos San José y Chucpac, en conjunto. Su potencial de producción oscilará entre los 230 kilowatts y 30 megawatts.
Cuatro expedientes fueron radicados en 2011, cinco en 2012 y uno en este ejercicio. Uno más omitió esa información. Tres solicitudes fueron procedentes, cuatro negadas y tres más están desahogándose. La deliberación del faltante no fue revelada.
Las iniciativas que concluyeron en la aprobación del uso de recursos hídricos fueron las de las presas de bajo potencial "Totolapa", "Río Blanco" y "Rio Frío". Cumplieron "con los requisitos administrativos, técnicos y fiscales establecidos en la Ley de Aguas Nacionales y su reglamento, así como en los del Registro Federal de Trámites". El resolutivo será válido durante 30 años, a partir de la conclusión del mismo, fechado en 2012.
Las objeciones fueron originadas porque el interesado no integró "debidamente" la petición, el proyecto afectaría a terceros o el cuerpo de agua estaba vedado.
Asimismo, está valorándose la anuencia para adjudicar concesiones para aprovechamiento de aguas superficiales, en beneficio de tres "minihidroeléctricas". Una residirá en Cacahoatán y las restantes en Ostuacán. Sus fuentes de abastecimiento serán el río Coatán, río San José y Arroyo Chucpac, respectivamente. Las solicitudes están bajo la tutela de particulares, en todos los casos.
La construcción y operación de un proyecto hidroeléctrico requiere tres licencias: instalación; ocupación de terrenos federales -si el complejo estará en terrenos bajo esa propiedad-; y uso de recursos hídricos. El último no es obligatorio para los planes de bajo potencial. El requisito para iniciar la gestión es presentar los resultados de un Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA). La Conagua omitió informar si los proyectos de referencia contaban con el resto de permisos.