Para lograr el mejoramiento de la calidad del agua del Lago del Bosque de San Juan de Aragón, se puso en marcha el Humedal Artificial diseñado por la Facultad de Química (FQ) de la UNAM. Esta planta permitirá producir diariamente más de 2 mil 500 metros cúbicos de agua de alta calidad, al contar con una superficie de 8 mil 130 metros cuadrados.

En la ceremonia de inauguración y en representación de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Facultad de Química, el Secretario General de la FQ, Raúl Garza Velasco, dijo que este sistema representa un gran orgullo para la UNAM, al ser un humedal único en su tipo a nivel nacional y uno de las más grandes de Latinoamérica.

Durante su mensaje, acompañado por Rosalía Tostado Benítez, directora del Bosque de San Juan de Aragón, y por Óscar Leopoldo González Díaz Palomas, director General de Obras Públicas del Distrito Federal, aseveró que este proyecto, realizado gracias a la colaboración de la Universidad Nacional y el Gobierno del Distrito Federal, logró concretarse mediante tecnología cien por ciento mexicana para proporcionar agua de calidad apropiada para el contacto humano al Lago del Bosque de San Juan de Aragón, y, consecuentemente, mejorar de manera sustancial sus condiciones ambientales.

Esta obra permitirá preservar y recuperar la permanencia de las diversas especies propias de la flora y fauna de la región, “en claro detrimento y limitación de aquellas especies microbianas y vegetales que resultan nocivas para el equilibrio ecológico de este extraordinario nicho, destinado a la recreación y bienestar de la ciudadanía”, puntualizó Garza Velasco.

Al tomar la palabra, el director General de Bosques Urbanos y Educación Ambiental del DF, José Campillo García, refirió que este humedal logró conjuntar capacidad científica, recursos económicos y técnicos. Hoy culmina esta gran obra “que fue posible gracias al esfuerzo de los universitarios”, añadió.

En este sentido destacó que las acciones más relevantes en el país suceden gracias a la universidad pública. “Quiero destacar particularmente a la UNAM, con quien hemos llevado a cabo otros proyectos importantes. Esta Universidad, junto con el Instituto Politécnico Nacional, son el corazón, el espíritu y el futuro de este país”.

En su intervención, Víctor Manuel Luna Pabello, adscrito al Laboratorio de Microbiología Experimental del Departamento de Biología de la FQ y coordinador general del proyecto, explicó que el humedal tiene la finalidad de mejorar la calidad el agua del lago de manera natural, mediante el filtrado y tratamiento biológico a través de vegetación acuática, superficial y sumergida del agua, que proviene de la planta de Tlacos, del Sistema de Aguas de la Ciudad de México.

El proyecto consta de un sistema de conducción de agua, un tanque sedimentador, un humedal terrestre y uno acuático que permiten proveer una calidad del agua propia para contacto humano y representa, además, un hábitat adecuado para fauna acuática, así como de aves, tanto residentes como migratorias.

Desde su desarrollo en 2008, este proyecto ya ha hecho posible el retorno de unas 16 especies de aves migratorias al lago del Bosque de San Juan de Aragón, cuerpo de agua con una superficie de aproximadamente 12 hectáreas.

También, contribuye a incrementar los servicios ambientales que proporciona el Bosque, como la regulación del microclima, incremento de la biodiversidad, captura de contaminantes y mejoramiento del entorno, además de su alto potencial didáctico que se integrará a la oferta de educación y cultura ambiental del este bosque urbano.

Respecto al costo de este sistema de saneamiento de agua, fue de alrededor de 13 millones de pesos, que fueron aportados por los Fideicomisos FIDAM 1490 de la Comisión Ambiental Metropolitana y del Fondo Ambiental Público del Distrito Federal.

El humedal artificial contó con la participación de académicos y estudiantes de las Facultades de Química, Ingeniería, Arquitectura, Ciencias, así como de los Posgrados en Ingeniería y en Ciencias Bioquímicas de la UNAM.

Ventajas

Este humedal, diseñado como una estructura semicircular de aproximadamente una hectárea, tiene múltiples ventajas sobre otras tecnologías de tratamiento: es económico; estético; reservorio de flora y fauna de la zona; no genera lodo, ruido ni malos olores; no requiere de un alto consumo de energía eléctrica y su tiempo de vida útil es relativamente largo.

Además, su diseño es compatible con el entorno, al emplear sistemas con base en filtros de plantas y microorganismos que eliminan los contaminantes por medio de procesos naturales, los cuales logran depurar el agua hasta alcanzar el nivel de calidad requerido para actividades recreativas.

Antes de iniciar la construcción del humedal y definir sus características se requirió conocer el tipo de suelo sobre el cual se iba a construir, la superficie disponible para su instalación, la cantidad de agua requerida para sanear y la calidad que se deseaba obtener. Una vez definido el modelo de esta novedosa tecnología, se sometió a licitación pública para llevar a cabo su construcción.

Un humedal artificial es un sistema específicamente diseñado y construido por el hombre para tratar las aguas residuales, aumentando la capacidad depuradora o eficiencia del tratamiento mediante la optimización de los procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en los ecosistemas de humedales naturales.

Gracias a este proyecto desarrollado entre diversas instituciones universitarias, en septiembre de 2007, la Universidad Nacional y la Secretaría de Obras y Servicios del Gobierno del Distrito Federal, firmaron un convenio de colaboración encaminado a trabajar conjuntamente para conservar el Lago del Bosque de San Juan de Aragón, enclavado en la Delegación Gustavo A. Madero, de la Ciudad de México.

En la primera etapa de este proyecto, impulsado desde 2005 por la Facultad de Ingeniería, y al cual se incorporó la FQ en 2006, las instituciones universitarias involucradas han llevado a cabo análisis sobre geoquímica de los sedimentos del lago, calidad del agua, fauna acuática, estudios asociados al composteo de residuos orgánicos generados por la rehabilitación del lago y estudios de impacto ambiental encaminados a determinar las afectaciones al ambiente derivadas de dicha rehabilitación, éstos últimos a cargo de la Facultad de Química.

Los resultados obtenidos por los investigadores universitarios en la primera etapa del proyecto determinaron que el lago presentaba un gran asolvamiento debido a la presencia de corrientes discontinuas de sólidos suspendidos; además, presentaba acumulación de nitritos y nitrógeno amoniacal, así como contaminación orgánica y rastros de azufre en los sedimentos del fondo.

El lago presentaba un marcado deterioro, con más de 30 años sin recibir mantenimiento preventivo ni correctivo, por lo que podía representar un posible foco de infección para los visitantes y la fauna de ese centro de esparcimiento, asentado en una zona popular de la capital del país.

La propuesta del humedal artificial planteada por Luna Pabello, quien cuenta con amplia experiencia en el diseño, construcción y operación de humedales artificiales (también desarrolló un sistema similar que opera desde 2007 en los canales de Cuemanco), cobró gran relevancia y se presentó como la mejor opción para darle tratamiento natural a las aguas del lago.

Lo anterior propició que en 2009 se celebrara el convenio específico de colaboración entre la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal y la Facultad de Química de la UNAM para el diseño del humedal artificial para el control de la contaminación del Lago del Bosque de San Juan de Aragón.

Con este proyecto, se ha tratado de crear un sentido de pertenencia entre los habitantes de la zona, para que respeten y cuiden este desarrollo ambiental, lo cual ha empezado a funcionar; con ello, el proyecto tiene también un perfil social.