Según el Sol de Toluca, aun cuando el 27 de noviembre del 2002 se publicó el decreto por el cual se reconocen como áreas naturales protegidas 3 mil 23 hectáreas de humedales en la Cuenca Alta del Río Lerma, se siguen otorgando cientos de permisos anuales para cazar aves migratorias, de forma irregular y sin control alguno, denunció la Fundación Ret.

Acusó que suman 11 años de ilegalidad y ecocidioen las Ciénegas de Lerma y esa zona, incluidas sus áreas naturales protegidas, Ciénegas de Lerma y Parque Otomí-Mexica se encuentran severamente amenazadas porque las autoridades siguen fomentando la contaminación y el deterioro.

De acuerdo con la denuncia de esa asociación, hecha en su página de Internet, después de la publicación del decreto, las autoridades tenían 365 días para la aprobación de su plan de manejo, pero el 27 de noviembre se cumplieron 11 años sin que se haya emitido ese documento, pues durante cinco meses la caza está permitida en la zona.

Con ese permiso, precisa la fundación, miles de aves son asesinadas durante la temporada otoño-invierno en las Ciénegas de Lerma, luego de recorrer miles de kilómetros desde Canadá, pese a que las ciénegas son reconocidas internacionalmente como humedales de importancia internacional y como uno de los 150 lugares más importantes de Norteamérica para su conservación.

La fundación advierte que la cacería se realiza con balas de plomo que contaminan severamente las lagunas donde habitan especies en peligro de extinción, endémicos y con alerta, por lo cual algunas organizaciones como: Fundación Comunidades del Alto Lerma, Consejo Regional Otomí del Alto Lerma y Fundación ret, se han organizado para presentar una demanda ante tribunales internacionales, en busca de una sanción mundial, pues se violan más de 200 artículos de diversas legislaciones con los permisos que se otorgan.

"Y el atentado a la biodiversidad es sólo la punta de lanza; la sobreexplotación del agua, la contaminación de mantos acuíferos, la deforestación, así como las políticas ambientales. Han convertido un lugar que hace décadas era considerado un hermoso y saludable entorno natural, en una urbe contaminada, y con grave riesgo de sufrir desabasto de recursos vitales y de agudización de problemas de salud derivados de la creciente intoxicación del entorno", señala la denuncia.

Incluso, la fundación indica que las mal llamadas áreas naturales de protección de la flora y la fauna, no ayudan a proteger la flora, ni la fauna; sino que fomentan su devastación y exterminio. El 27 de noviembre de 2002 se publicó el decreto donde se reconocen como áreas naturales protegidas 3 mil 23 hectáreas de humedales de los municipios de Ocoyoacac, Capulhuac, Atizapán, Almoloya del Río, Tianguistenco, Texcalyacac, Rayón, San Antonio la Isla, Calimaya, Chapultepec, Mexicaltzingo, San Mateo Atenco, Lerma y Toluca.

Sin embargo, actualmente menos de mil hectáreas están cubiertas de agua, y desde el año 2006 son reconocidas como área natural protegida, como santuario de agua y parque estatal; mientras en el ámbito internacional desde 1971 son reconocidas como humedales de importancia internacional.