Marisa Mazari, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, cuestionó que aún se sigan descuidando las fuentes que actualmente abastecen al Valle de México

Ciudad de México.- Aunque el descubrimiento de un acuífero a 2 kilómetros de profundidad es una buena noticia, también implica que se deben intensificar los programas para la conservación de las actuales fuentes de abasto de la metrópoli, advirtieron especialistas.

Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, reconoció que el acuífero profundo abre una alternativa potencial de abasto, pero es importante intensificar el saneamiento de aguas residuales, evitar fugas en las redes, promover la cosecha de agua de lluvia y el ahorro de agua a toda escala.

"Ante los problemas que enfrentamos de desabasto de agua en la Ciudad se trata de una buena noticia, y ahora lo que deben realizar las autoridades del DF, del Estado de México y del Gobierno federal es seguir impulsando la recuperación de la cuenca del Cutzamala con un programa firme y auditado a largo plazo", expuso.

El también biólogo recomendó a los diputados locales y al Gobierno del DF revisar el esquema de tarifas por consumo de agua, pues el derroche continúa tanto en zonas populares como en sectores de alto poder adquisitivo.

A su vez, Marisa Mazari, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, dijo que el hallazgo del acuífero es muy importante, pero cuestionó que aún se sigan descuidando las fuentes que actualmente abastecen al Valle de México.

"Es buena noticia, pero las inversiones y los trabajos de recuperación deben apuntar también con la misma fuerza a la conservación de bosques, cuencas y ríos, como el Magdalena, el cual no está totalmente rescatado", indicó Mazari.

REFORMA publicó ayer que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) encontró a 2 mil 8 metros de profundidad un acuífero potente, el cual contiene agua casi potable, y que ahora las autoridades realizan estudios para saber qué capacidad tiene de agua y cuántos miles de litros por segundo podrá aportar al Valle de México.

Los geólogos Eduardo Juayek Sotelo y Marco Alfonso González, quienes supervisaron los trabajos de perforación del pozo experimental de San Lorenzo Tezonco, Iztapalapa, calificaron de exitosa la operación de búsqueda de agua.

"Una cuestión importante es que el segundo acuífero encontrado está separado del manto a nivel superficie, y este confinamiento a mayor profundidad va a permitir no molestar nada de la superficie, y de esta forma se evitará en las próximas décadas que la Ciudad se siga hundiendo", explicó Juayek Sotelo.

Pero Ramón Aguirre, director del SACM, destacó que los estudios técnicos y científicos para determinar la cantidad de agua que podrá aportar el gran acuífero podrían abarcar de uno a tres años.

"Pese a este hallazgo, no podemos afirmar que el problema del agua está resuelto en el Valle de México, pues es una fuente más y se deben seguir aplicando otros programas", señaló.