Zempoala, Hidalgo.- Después de 210 años, una parte del Acueducto de Tembleque dio muestra de que las cosas bien hechas duran.

La que es considerada la obra de ingeniería más importante en América, levantada durante el siglo 16, ayer, con puntualidad, como lo anunciaron integrantes del Patronato Acueducto Tembleque, volvió a funcionar en una de sus secciones.

Desde finales del año pasado se planeó, a manera de prueba, llevar agua con pipas al tramo del acueducto ubicado dentro de la hacienda de Guadalupe Arcos.

En la segunda arquería, como es conocido ese tramo, trabajadores y autoridades del Patronato, con el apoyo de un equipo especialista en ingeniería hidráulica de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicaron técnicamente el funcionamiento del primer sifón del acueducto.

El proyecto consistía en lograr hacer correr 15 mil litros de agua a lo largo de 17 kilómetros restaurados, por desgracia, una fuga en un apantle (caño) roto, apenas un par de metros después de la caja rompedora de presión, ocasionada por el paso de una máquina D8 utilizada por particulares para limpiar el terreno, detuvo el paso del agua.

No obstante, los especialistas en hidráulica lograron hacer mediciones y estudios para conocer el modo en que el sifón funcionara.

Sin necesidad de bombas, por vasos comunicantes (por presión), el agua logra subir tres metros y medio hasta llegar a la segunda arquería, misma distancia que baja y nuevamente sube unos 150 metros.

En la actualidad, la gente dedicada al diseño de sistemas de abastecimiento tiene datos sobre cuánta gente consumirá el agua, condiciones climáticas, nivel socioeconómico y otros aspectos que, en el caso del Acueducto de Tembleque, nunca se documentaron.

Los especialistas explicaron que, con este evento, sería posible realizar una ficha técnica del acueducto y sentar precedente para la investigación de obras de este tipo.

Determinarían pérdida de presión, estudio del material (barro) y otros aspectos técnicos que colocarán este estudio en la línea del tiempo, para conocer cómo evoluciona la construcción de sistemas de abastecimiento.

Es la primera vez que se tienen datos técnicos del funcionamiento de esta obra mestiza indohispana de relevancia mundial.

Mateo Linaza, tesorero del Patronato Acueducto Tembleque, refirió que, luego del traspié ocasionado por la fuga, la reparación de la misma llevará una semana más, luego de la cual se intentará nuevamente hacer llegar el agua hasta 17 kilómetros después.

Por su parte, Guillermina Acosta, presidenta del Patronato, abundó en la necesidad de contar con un plan de cuidado que evite la construcción y el paso de vehículos pesados sobre los apantles y así contribuir a la conservación del monumento y darle un uso efectivo en toda su territorialidad como un monumento activo en el árido altiplano mexicano.

"Buscamos que sea un orgullo de identidad, además de un detonador del desarrollo regional".

El Patronato invitó a autoridades de Comisión Nacional del Agua, Comisión Estatal del Agua, Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, así como de la Presidencia de Zempoala, pero nadie acudió.

Al final, participantes del histórico momento se tomaron la fotografía del recuerdo en los jardines de la hacienda de Arcos.