A consecuencia de la sequía, en el municipio dejaron de sembrarse 18 mil hectáreas, por lo que disminuirá la producción de trigo de un 30 a un 40 %, reportó la CNC
Irapuato.- El panorama para el sector agrícola en Salamanca es seco, no hay agua y la que hay de pozos se vende más cara a los campesinos.
De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SDA), dejaron de sembrarse más de 18 mil hectáreas en el municipio y el reporte de la Confederación Nacional Campesina (CNC), es que disminuirá la producción de 30 a 40% tanto de trigo como cebada.
Problema que ha orillado a varios campesinos a vender sus terrenos, a emigrar al País del norte o sobrevivir con la venta del poco ganado que les queda.
Francisco Amézquita Soto, dirigente de la CNC en el municipio, informó que la superficie sembrada es de 50 a 70 mil hectáreas de trigo y cebada.
Sin embargo, las secuelas de la sequía desde hace dos años provocó la disminución en el volumen de agua otorgado al Distrito de Riego 011 al que pertenece Salamanca.
Además el incremento en el precio de agua, extraída de los pozos agrícolas provocó el decremento en los cultivos.
Algunas comunidades afectadas son: Godoy, El Divisador, Cerro Gordo, San Isidro de Cerro Gordo, Valencia y Santa Catarina.
Poblados donde los ejidatarios han vendido sus propiedades para dedicarse a otras actividades.
La migración, empleos de mano de obra, dedicarse a la venta del poco ganado, son alternativas que campesinos buscan.
“No es negocio, quien se dedica a cultivar la tierra se la rifa, hay que invertirle y no hay seguridad”.
Javier Usabiaga Arroyo, secretario de Desarrollo Agropecuario, en el estado dejaron de cultivarse casi 80 mil hectáreas, de 18 a 19 mil hectáreas en este municipio.
Salamanca es uno de los municipios afectados por la disminución de agua junto con Acámbaro, Salvatierra, Jaral del Progreso, Valle de Santiago, Cortazar, Irapuato, Abasolo, Huanímaro, Corralejo, La Purísima, adheridos al Distrito de Riego 011 y abastecidos por la presa Solís, Purísima e Ignacio Allende.
Gualberto Hernández, de Santa Catarina de Peña, es uno de los cientos de campesinos afectados, de las 15 hectáreas que cada año siembra, ahora en el ciclo Otoño-Invierno cultivó 8 de trigo.
Además ha invertido más no sólo en los insumos si no en el agua por la que ha tenido que pagar el doble.
De manera regular pagaba a los dueños de pozos particulares 400 pesos por el riego de cada hectárea, ahora ante la escasez de agua han sacado provecho y le cobran hasta 800 pesos por cada hectárea.
“Pues qué le hacemos, uno no le arriesga con otros cultivos si no vemos que hay algo seguro aparte sacamos créditos y tenemos que pagar”, dijo el campesino.
El rendimiento que se espera es de 7 toneladas por hectárea para el trigo; de 5 a 6 toneladas por hectárea para la cebada.
Sin embargo, no habrá desabasto de ambos granos, particularmente el trigo desde hace varios años es importado el de tipo cristalino y panificable.
En la región Bajío, el 80% de la producción es de trigo suave; el 15% es de trigo cristalino y el 5% es del panificable.
Acciones
El titular de la SDA anunció que para la siguiente semana habrá una firma de convenio entre la dependencia estatal con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), para la inversión que hará tanto el Gobierno del Estado y el federal para la tecnificación de los riegos en Guanajuato.
El Estado invertirá 100 millones de pesos y se espera que la Federación aporte 200 millones de pesos más.
“Estamos haciendo un gran esfuerzo de tecnificar el riego, necesitamos convertir cada gota que se convierta en bienestar y que sea mayor riqueza para los guanajuatenses”, dijo Usabiaga.