GUADALAJARA, JALISCO.- El ecocidio ocurrido en la Presa del Hurtado  en el municipio de Acatlán, por el cual murieron entre 200 y 500 toneladas de peces a causa del derrame de melaza que una empresa ubicada en Tlajomulco de Zúñiga ocasionó, es sólo un ejemplo del conflicto que las aguas jaliscienses padecen por descargas industriales.

Río Santiago

En febrero de 2008 se registró un caso en el que la consecuencia fue una muerte humana. El niño Miguel Ángel López Rocha tenía ocho años de edad y, tras caer en el Río Santiago, falleció. En su sangre se reconoció arsénico, sustancia proveniente de descargas.

La Comisión Estatal del Agua ha reconocido que las principales fuentes de contaminación del Río Santiago son los desechos industriales y agropecuarios, y aunque la planta de tratamiento El Ahogado, que entró en operaciones en 2012, significa un respiro para las aguas que han disminuido sus niveles de espuma y olores, hay organizaciones como Un Salto de Vida que indican que los contaminantes como metales, que son menos evidentes, se cuelan en las aguas sin ser tratados.

Lago de Chapala

El lago más grande de México no se salva de la contaminación por descargas industriales.  Los pescadores aseguran que las especies están en crisis y entre los factores de dicha escasez está la contaminación.

La Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA) anunció en mayo que la falta de coordinación entre la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Estatal (CEA) para vigilar la cuenca Lerma-Chapala facilita las descargas clandestinas. De igual forma, investigadores del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) han detectado que Chapala padece contaminación de descargas municipales de Michoacán y Guanajuato, así como industriales y agrícolas,  por lo que hay presencia de distintos metales pesados y algunos sólidos.

Laguna de Cajititlán

La Laguna de Cajititlán, en el municipio de Tlajomulco, también hace eco en las denuncias por crisis de peces; los pescadores se quejan que la producción ha bajado en proporciones de una tonelada a 100 kilos. Incluso, autoridades ambientales han anunciado que las últimas siembras no han sido fructíferas debido a los niveles de contaminación.

Los principales contaminantes que padece Cajititlán son sustancias de nitrógeno y fósforo, originadas principalmente por las descargas de aguas, debido al tratamiento deficiente o nulo, dio a conocer la Comisión Estatal del Agua.
  
Paisaje agavero

Los afluentes cercanos al paisaje agavero de Jalisco sufren las descargas de las industrias tequileras que no tratan sus residuos.

En el Estado, sólo alrededor de cinco empresas tienen planta de tratamiento, y  la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa) ha señalado que ninguna de las tequileras cumple en su totalidad con las normas ambientales en el tratamiento de sus lixiviados (jugos de basura).