Nuevo Laredo • Los ganaderos y campesinos del norte de Tamaulipas siguen padeciendo los estragos de la sequía que afecta a la entidad, a pesar de las recientes lluvias que se han presentado en la región, cuyos beneficios han sido mínimos.
"La sequía no ha disminuido, los productores se encuentran en la incertidumbre de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), les pueda reducir la cuota de 12 millones de metros cúbicos para sus actividades agrícolas de este año, debido a que el nivel del Río Bravo, del que alimentan sus tierras y los animales, está muy bajo", subrayó.
Comentó que mucho ganado ha muerto por la sequía, aunque dijo que las lluvias pasadas mejoraron las condiciones, esto no fue suficiente, debido a que las temperaturas son superiores a los 40 grados centígrados.
"Si no llueve de manera más frecuente y abundante, la cuota de agua, que es para todo el año, podría terminar en septiembre, ya que hay presiones ante la Conagua para que el agua sea prioridad para el consumo humano y se deje a un lado la actividad agrícola", expresó.
Indicó que aunque Nuevo Laredo no es una zona agrícola prominente, se siembra sorgo forrajero, zacate y bermudas.
"Definitivamente si falta más el agua, los equipos de riego tecnificados que fueron adquiridos por los productores a crédito a través del Fondo de Fomento Agropecuario, podrían dañarse si se detiene la distribución del agua", mencionó.
Agregó que cada uno de los productores recibe 70 por ciento de apoyo del Fondo de Fomento Agropecuario y de acuerdo a la cantidad que cada uno invierta para la producción de sus tierras, la ayuda es de aproximadamente dos y medio millones de pesos.