México, D.F.- La capital del país enfrentará en 2014 una nueva crisis hídrica, previó el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre. El funcionario aclaró que será hasta dentro de unos tres años cuando se conozca el potencial del pozo hallado a dos mil metros de profundidad en la delegación Iztapalapa.
 
Explicó que el pozo está suministrando 30 mil litros de agua por segundo, pero faltan por perforar cuatro pozos más y “debe quedar claro que su producción para consumo se va a determinar a partir de que se concluyan los estudios y se defina cuánta agua se puede sacar del acuífero”.
 
Aguirre Díaz agregó que para el próximo año, el Valle de México podría enfrentar un desabasto similar al de 2009, cuando la escasez del líquido afectó a más de cinco millones de personas con recortes del suministro de hasta 50% durante 48 horas los fines de semana, recordó el funcionario.
 
En entrevista telefónica detalló que las presas que guardan el líquido de la ciudad se encuentran en uno de los niveles más bajos de la historia, con 44% de su capacidad. Según las predicciones meteorológicas, 2013 va a ser un año de normal hacia seco “y aunque estamos en julio, supuestamente en temporada de lluvias, la realidad es que el año no está siendo lluvioso”.
 
De acuerdo con el funcionario, actualmente en la Ciudad de México hay 1.5 millones de personas que padecen problemas de abastecimiento de agua, y de presentarse una crisis de agua los afectados serían “los mismos de siempre”: los habitantes de las delegaciones Iztapalapa, Tlalpan, Cuauhtémoc, Benito Juárez, Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Tláhuac, Venustiano Carranza e Iztacalco.
 
El titular del sistema de aguas capitalino señaló que en cuestión de suministro, a la ciudad le están faltando dos mil litros por segundo, por lo que se ha recurrido a una serie de tandeos para poder distribuir el recurso en diversas zonas, de manera que la población tenga acceso al servicio.
 
Recordó que el recorte de 10% en el suministro proveniente del Sistema Cutzamala “nos mete en un déficit adicional que empieza a complicar las cosas, porque si antes nos faltaba un suministro de 7% del agua que se tiene en la ciudad ahora es 10%. En la medida que falta más agua, hay menos facilidades para lograr una distribución sin molestias para la población”.
 
Respecto a las propuestas que diversos especialistas han hecho sobre aprovechar el agua de lluvia para garantizar el recurso, Aguirre calificó el planteamiento como una “vacilada” porque, además de que hacer una infraestructura para captar el agua de las precipitaciones saldría más costoso que traer agua del río Grijalva o del Bravo, estaría sin operar la mayor parte del año, ya que en un sólo punto de la ciudad debe llover fuerte menos de diez veces al año.
 
Agregó que si bien hay algunos proyectos que aprovechan las precipitaciones, la realidad es que esta solución no ayudaría en el problema de abastecimiento más que en 5% o 10% de los casos: “No es la solución y, si fuera una de ellas, de todas es la más cara”.