México.- El Colegio de Postgraduados propuso la creación de la Comisión Nacional del Suelo como un organismo autónomo descentralizado, dependiente del Ejecutivo, para abatir los efectos de la erosión que afecta severamente a 70 por ciento del territorio, en demérito de la productividad agrícola, ganadera y forestal.

En entrevista los investigadores Manuel Anaya Garduño, Carlos Ortiz Solorio y Prometeo Sánchez advirtieron que el desierto avanza y que padecen degradación y baja productividad por lo menos 142 millones de las 200 millones de hectáreas que conforman el territorio nacional.

Adelantaron que para enfrentar esa situación elaboran la propuesta para crear la Comisión Nacional del Suelo, que forma parte del diseño de políticas públicas modernas y acordes para mitigar los efectos del cambio climático y la Cruzada Nacional contra el Hambre.

Esa entidad tendría carácter federal, un presupuesto propio y un reglamento correspondiente para asegurar que los presupuestos asignados se ejerzan de manera debida y evitar los subejercicios y las transferencias de recursos y programas.

Los especialistas del Colegio de Postgraduados plantearon que históricamente los mexicanos han considerado la explotación del suelo como principal fuente para la producción de alimentos, pese a que se tienen 310 millones de hectáreas de mar patrimonial que se aprovechan para la pesca en su mínima expresión.

Advirtieron que se ha descuidado el gran potencial de los mares para resolver la falta de alimentos y citaron el bajo consumo de pescados y mariscos que apenas llega a 12 kilogramos per cápita.

Subrayaron que la degradación de la tierra en los últimos 60 años abarca 142 millones de hectáreas de un total de casi 200 millones, equivalente a 71 por ciento del país y de ellas 30 millones están en un estado casi imposible de revertir el daño.

De igual forma, hace 50 años el desierto chihuahuense llegaba a San Luis Potosí y actualmente ya pasa por Durango, Zacatecas, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, llega a Veracruz y en el valle de Perote se nota una vegetación de zonas áridas y llueve menos.

Por ello insistieron en la necesidad de coordinar la conservación del suelo y agua para frenar el deterioro de los recursos naturales ya que, por ejemplo, 70 por ciento de las 115 millones de hectáreas ganaderas están sobrepastoreadas y “es una práctica que avanza”.