Maz-Agua, que fue financiado por la Fundación Walmart, comercializa el producto a toda la comunidad en garrafones de 19 litros y botellas de medio litro, cuyo precio es hasta 60 por ciento más económico que el de las marcas comerciales.
Ciudad de México.- La comunidad de La Soledad, en el Estado de México, encontró en el cielo la respuesta a su problema de acceso al agua potable.
En esta región de la zona mazahua se desarrolló un sistema de captación, almacenamiento, purificación y envasado del agua de lluvia con la marca Maz-Agua, el cual beneficia a una población de 3 mil 500 habitantes con una inversión de 1.5 millones de pesos.
Se trata de un proyecto que inició en 2006 y ha ido creciendo, dijo Manuel Anaya Garduño, director del Centro Internacional de Demostración y Capacitación en Aprovechamiento de Agua de Lluvia del Colegio de Postgraduados, institución educativa dependiente de la Sagarpa.
A diferencia de otros sistemas de captación de lluvia, que obtienen el líquido que escurre de los tejados de las casas, éste capta el agua que cae por la ladera de un cerro -el cual fue recubierto con una membrana plástica- hasta una cisterna donde se almacena para después ser purificada en la planta.
Maz-Agua, que fue financiado por la Fundación Walmart, comercializa el producto a toda la comunidad en garrafones de 19 litros y botellas de medio litro, cuyo precio es hasta 60 por ciento más económico que el de las marcas comerciales, que alcanzan hasta los 31 pesos en el caso de los primeros.
Además de satisfacer las necesidades de agua, se redujeron considerablemente las enfermedades gastrointestinales, lo que se puede multiplicar en otras partes del País, señaló Anaya Garduño.
"Ya se están desarrollando también sistemas de riego e invernaderos que la aprovechan", aseguró.
"Si bien no tiene un propósito comercial, se trata de un proyecto sustentable porque con la venta de los garrafones a este precio que es muy accesible, la gente puede tener agua al tiempo que sale suficiente para darle mantenimiento a la planta", explicó Claudia Achelle, de la Fundación Pro Zona Mazahua, quienes también participan en el proyecto.
De acuerdo con el Colegio de Postgraduados, iniciativas similares se han replicado en la zona Purépecha de Michoacán en tres poblaciones, beneficiando a 3 mil 200 personas con una inversión de 2 millones de pesos (el apoyo lo hizo el Gobierno del Estado de Michoacán y una institución bancaria).
Además, se han construido estos sistemas en Guatemala, Nicaragua y Costa Rica con tecnología y capacitación mexicanas.
"Si sólo se aprovechara 3 por ciento de las precipitaciones pluviales que ocurren durante más de 5 meses al año, se podría abastecer al segmento de 15 millones de habitantes que actualmente no cuentan con agua potable; dar dos riegos de auxilio a 18 millones de hectáreas normalmente de temporal; abastecer a 50 millones de unidades animal y regar 100 mil hectáreas de invernadero", explicó Anaya Garduño.