Autoridades estatales de Texas se sumaron ayer a la campaña para solicitar a México que liberar más agua en el Río Bravo, en cumplimiento de un tratado binacional que data de 1944.
La campaña iniciada hace unos días por el senador republicano John Cornyn y un grupo de congresistas del sur de Texas pide a la Comisión Internacional de Límites y Aguas su intervención para que México entregue el agua que debe a Texas, bajo los términos del tratado.
El representante estatal demócrata Eddie Lucio III interpuso la víspera una resolución ante la Cámara Estatal de Representantes en Austin, para que la legislatura de Texas solicite formalmente a México atender su creciente déficit de agua con Estados Unidos. Bajo los términos del Tratado de Utilización de Aguas de los Ríos Tijuana, Colorado y Bravo, firmado en 1944, México está obligado a aportar cada año 350 mil acres pies de agua al río Bravo.
En tanto, Estados Unidos está comprometido a ceder 1.5 millones de acres pies del agua del Río Colorado.
Un acre pie equivale a un millón 362 mil litros, la cantidad necesaria para cubrir 0.4 hectáreas de tierra con un pie (33 centímetros) de profundidad de agua.
El tratado entre México y Estados Unidos se aplica en ciclos programados de cinco años y establece que si al término de un periodo algún país adeuda agua al otro, el compromiso debe liquidarse en el siguiente ciclo como lo marca dicho acuerdo de carácter bilateral.
El actual ciclo de cinco años se inició en octubre de 2010 y finaliza en octubre de 2015, lo que significa que México tiene hasta entonces para entregar el agua que debe.
Eddie Lucio encabeza un grupo de legisladores estatales en el estado que unidos al director de la Comisión de Texas sobre Calidad Ambiental, Carlos Rubinstein, viajará a Washington para reunirse con funcionarios del Departamento de Estado a difundir la problemática sobre el agua.