Sayra Casillas Mendoza

Morelia, Michoacán.- Pese a que Michoacán destaca entre los estados de la Región Centro-Occidente del país por su riqueza en recursos hidráulicos, no todos los michoacanos tienen fácil acceso a este recurso natural debido a deficiencias en los sistemas de infraestructura para su distribución.

A propósito del Día Mundial del Agua, que se celebra este viernes, Arturo Chacón Torres, miembro del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (Inirena) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), enfatizó que en los próximos años, Michoacán reqierirá de una administración del agua que sea efectiva, pues de lo contrario, en este contexto del cambio climático, tal deficiencia podría implicar la carencia en la disponibilidad del agua en este mismo siglo.

Destacó que durante los próximos años, el estado debe tener una efectiva administración del agua, principalmente en las zonas norte y Tierra Caliente, donde prevé problemas para los sectores productivos dentro de un periodo de cinco y diez años, respectivamente.

La riqueza en recursos hídricos no es garantía

En entrevista con Cambio de Michoacán, el investigador recordó que la entidad se encuentra entre las principales cinco del país en lo que se refiere a riqueza en recursos hídricos subterráneos y superficiales.

En la Región Centro-Occidente, es el estado más privilegiado en cuanto a disponibilidad del vital líquido. Tiene 21 acuíferos que, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, permiten una recarga de mil 946.9 hectáreas de metros cúbicos al año.

El también doctor en la especialidad de Acuacultura y Gestión Pesquera, lamentó que pese a tal riqueza, haya michoacanos que padecen por la disponibilidad del agua, situación que atribuyó a sistemas de infraestructura para su distribución insuficientes y obsoletos.

A manera de ejemplo, habló de las redes de agua que se ubican en zonas céntricas de las ciudades de Uruapan, Zitácuaro, Zamora, Ciudad Hidalgo, Maravatío y Morelia, donde los habitantes no reciben el agua que se les destina debido a los grandes volúmenes que se pierden por fugas.

En Morelia, planteó, el 40 por ciento del agua destinada a la ciudad se desperdicia a través de fugas derivadas de sistemas que ya cumplieron con su periodo de vida útil, localizadas primordialmente en el Centro Histórico.

Desde la óptica del investigador, esta problemática no se va a revertir mientras los organismos operadores del agua potable no desarrollen planes de actualización y modernización de las redes de suministro que incluyan, desde sistemas automatizados para detectar fugas, hasta el reemplazo total de la infraestructura obsoleta.

Consideró que los ciudadanos, por su parte, deben adoptar una cultura de pago oportuno así como de optimización del vital líquido, es decir, que consuman sólo el agua necesaria.

Según fuentes oficiales, Michoacán cuenta actualmente con una infraestructura de potabilización con capacidad instalada de dos mil 953 litros por segundo, cantidad de la cual Morelia concentra el 69 por ciento, además de una cobertura de alcantarillado en la zona urbana de 93 por ciento y 66.1 en la zona rural, lo que implica una cobertura global de 84.2 por ciento.

Llamado de alerta 

De esos 21 acuíferos con los que cuenta el estado, se encuentran sobreexplotados ocho, principalmente: Morelia-Queréndaro, Lagunillas-Pátzcuaro, Pastor Ortiz-La Piedad y Ciudad Hidalgo-Tuxpan.

Chacón Torres añadió entre las problemáticas que enfrenta este recurso natural, la contaminación de los subterráneos, que se origina por la autorización de fraccionamientos y obras en sitios ubicados por encima de las áreas de recarga.

“Las aguas negras que se escurren con la lluvia debido a la impermeabilización de la parte superficial, se infiltran hacia los acuíferos, entonces se nos contaminan… El ejemplo es Morelia, ya hay varios estudios de los pozos de Los Itzícuaros donde se han detectado contaminantes que son peligrosos para la población”, declaró.

A pregunta expresa, el especialista refirió que estos problemas persisten no por falta de programas oficiales, sino porque tales acciones no han tenido la debida continuidad cada que se producen cambios de gobierno.

“Los proyectos se interrumpen, no reciben los presupuestos adecuados, (no se cuenta con) el personal que se había asignado de manera inicial, y entonces se van deteniendo y obstruyendo esas iniciativas, que terminan en un fracaso”, añadió.

Se pronunció por la ruptura de tales inercias y enfatizó que en los próximos años, Michoacán requerirá de una administración del agua que resulte efectiva, pues de lo contrario, en este contexto del cambio climático, esto podría implicar la carencia de la disponibilidad del agua en este mismo siglo.

Enunció que las zonas mayormente vulnerables son la norte y Tierra Caliente, caracterizadas por su alta vocación productiva. Alertó que ahí, si no se presentan esquemas eficientes de producción, ahorro y cuidado del agua, dentro de cinco y diez años, respectivamente, los cultivos comenzarán a estar en riesgo.