La alternativa ante la crisis del agua en el Valle de Toluca está en la potabilización de las aguas residuales, afirmó el investigador del Centro Interamericano de Recursos del Agua (CIRA), doctor Carlos Solís Morelos, al dictar su conferencia magistral “Saneamiento y Tratamiento de Aguas Residuales”, en el marco del Día Mundial del Agua.

Acompañado por el director general del Organismo de Agua y Saneamiento de Toluca, Juan Mario Domínguez Alonso, en el auditorio de la dependencia, el especialista dijo que los países que tienen más dinero son los que cuentan con más agua, como Estados Unidos, Canadá y Brasil, debido a los altos costos que implican los tratamientos para potabilizar las aguas residuales, por lo que urgió a desarrollar una cultura del pago del agua que asegure el financiamiento de las nuevas tecnologías en la materia.

Carlos Solís Morelos alertó del grave deterioro que sufren las áreas boscosas del Valle de Toluca en especial del Nevado de Toluca por la deforestación sistemática a causa de la tala clandestina, las actividades agrícolas y el irracional tiradero de basura en los sistemas de alcantarillado, evitando con ello la recarga de los mantos acuíferos, por lo que ahora se registran inundaciones de lodo en lugar de agua, en algunos poblados como San Antonio la Isla, Calimaya, Santa María Rayón o Mexicaltzingo.

Los antecedentes en el Valle de Toluca marcan una gran riqueza en el número de lagunas y cuerpos acuíferos que permitía vivir de la pesca a los pobladores matlatzincas, pero hemos llegado a un irracional deterioro y contaminación de los recursos hídricos que amenazan la disponibilidad del volumen suficiente para atender las necesidades de agua de la población local, que en lapsos de 20 años se estará duplicando para llegar a los 4 millones de pobladores en el 2020 y 8 millones para el 2040, señaló el académico y agregó:

El grave deterioro de nuestras fuentes hidrológicas inicia en la época de Isidro Fabela con la creación de la zona industrial Toluca Lerma con sus descargas contaminantes en la cuenca del río Lerma, llegando incluso actualmente al absurdo de invertir cuantiosos recursos a los procesos de tratamiento de las aguas residuales para luego volcarlas nuevamente al cauce contaminado del propio río, en lugar de darle un uso productivo a esas aguas tratadas, como pudiera ser su potabilización para abatir el déficit creciente del agua potable en la región.

El investigador y académico precisó que apenas se llega a un 5 por ciento de filtración de recurso hídrico para la recarga del acuífero, a cambio de la peligrosa sobreexplotación de los mantos acuíferos con el consecuente deterioro del medio ambiente en el Valle.

Solís Morelos concluyó su conferencia llamando a los gobiernos federal, estatal y municipal a unir recursos y esfuerzos en el desarrollo de las nuevas tecnologías para la potabilización de las aguas residuales, y a crear el marco legal que obligue a todas las empresas a contar con plantas tratadoras de agua, así como a todas las personas a pagar el servicio de agua, pues el promedio general de pagadores ronda apenas el orden del 50 por ciento de los padrones de usuarios, y a reparar las fugas de agua en las instalaciones domiciliarias que frene el abundante desperdicio del vital líquido.