La idea busca rescatar el agua que usualmente se pierde a través de estructuras en azoteas de casas y talleres.

México, DF. Interesados en la sustentabilidad, un grupo de profesores de Arquitectura de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, desarrolla el programa de investigación Potabilización del agua pluvial en la ciudad de México; perspectivas sustentables en la delegación Iztapalapa.

El proyecto, encabezado por Fernando Pérez Valadez, y en el que colaboran Eduardo Espejo Serna, Gustavo Hernández Verduzco y Alicia Serrano Pérez, se enfoca a la escasez del recurso en esa demarcación que, de manera paradójica, es una de las zonas con la problemática de las inundaciones, asociadas a precipitaciones extremas y al incremento del área impermeable.

En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresó que el propósito es crear, desde el punto de vista de la arquitectura y el urbanismo, una alternativa contra esa carencia.

Entre las propuestas que plantean los universitarios una consiste en la instalación de estructuras en azoteas de casas o talleres de entre 100 y 500 metros cuadrados, para la captación del agua de lluvia, que usualmente se pierde en el sistema de alcantarillado y provoca inundaciones por falta de planeación.

Pérez Valadez dijo que si se aprovechan los meses de lluvia -de junio a octubre- para la recolección, los inmuebles podrían ser dotados del líquido para uso sanitario, y canalizar el excedente para la recarga natural de mantos freáticos y acuíferos, o en el proceso de filtración y purificación.

"El suministro del recurso en Iztapalapa es complicado por las características del territorio, y la construcción de estructuras sostenibles para la recolección y aprovechamiento pluvial sería una buena alternativa, pues actualmente se queda en las azoteas o se pierde al mezclarse con aguas negras", indicó por su parte Espejo Serna.

Ambos, dijeron que la iniciativa significaría sustituir 50 mil litros anuales del recurso potable por el de lluvia, al encauzarlos y enviarlos a tanques de almacenamiento en áreas públicas, y aprovecharlos, con sistemas sencillos de tratamiento, en el riego de las áreas comunes, parques, y camellones, entre otros espacios.

Con lo anterior, se ayudaría a la sustentabilidad del entorno, lo que se reflejaría en mejores condiciones de vida de los habitantes, pues el suministro beneficiaría a más pobladores y se disminuiría la cantidad del flujo que llega al drenaje y provoca inundaciones.