El titular de la dependencia, Francisco Javier Rodríguez García, informó que la situación se complica en el interior del estado, en particular en la cabecera municipal de Pueblo Nuevo, El Salto, donde son 19 colonias en donde viven alrededor de diez mil habitantes las que no cuentan con suministro regular del vital líquido.
"Si bien de alguna manera se tiene controlada la situación que se presenta en la entidad, son 52 localidades a las que se atienden con pipas", mencionó el funcionario estatal.
Puntualizó que en la presente semana se integraron a este tipo de apoyos municipios del semidesierto como Simón Bolívar y Tlahualilo, en donde el panorama no es "nada alentador".
Agregó que otro de los lugares en donde la situación es crítica al igual que en Pueblo Nuevo a donde acuden ocho pipas diarias, es en San Juan de Guadalupe, en donde desde hace 15 días que se atienen con dos pipas.
En esta última demarcació, también del semidesierto, los afectados son entre tres mil y cuatro mil ciudadanos.
Indicó que a los lugares donde se lleva agua no les hace falta un solo día; sin embargo, ya no solo la piden para el consumo sino que además la solicitan para los animales. Pero la instrucción es dotar para el consumo de la población.
Puntualizó que se trabaja con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para poder incrementar la distribución del recurso natural con cuatro pipas más de las 16 de que se dispone en la actualidad.
Desde que inició el operativo emergente hace un mes y medio se ha repartido agua en pipas por el orden de los 13 millones de litros.
Para poder llevar el elemento en pipas se abastecen de algunos manantiales los cuales hasta el momento no han bajado de nivel así como de otras fuentes de abastecimiento como son algunas arroyos; "las presas en algunos municipios se encuentran en algunos casos al 10 por ciento", concluyó Rodríguez García.