Ciudad de México.- Al informar ayer sobre el avance de los estudios de los acuíferos profundos en el Valle de México, el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre Díaz, comentó que se trabaja en la perforación del pozo SLT, ubicado en la delegación Iztapalapa, para determinar si puede emplearse como una nueva fuente de abastecimiento.

Acompañado por el subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el funcionario capitalino comentó que la productividad que podría tener este pozo ubicado cerca de la Central de Abasto es de aproximadamente de más de 100 litros por segundo, cuando el promedio actual de los pozos en la capital oscila entre 30, 40 o 50 litros por segundo.

Destacó que en esta tarea se suma una empresa filial de Pemex, que con maquinaria especializada realiza sondeos subterráneos que llegan a 3 mil metros de profundidad.

Detalló que los trabajos plantean la posibilidad de que se tenga potencial de tres acuíferos en el Valle de México. El primero hasta los 800 metros de profundidad que ya existe, pero cuya extracción se debe cuidar para no contribuir al hundimiento de la ciudad; un segundo que se encuentra en las calizas que aún no se alcanzan a tocar y un tercero que se ubica a nivel de las vulcanitas.

Aguirre Díaz precisó que si se desea encontrar un acuífero como nueva fuente de abastecimiento, se requiere que el agua se extraiga de mayor profundidad para no tener efecto de hundimiento sobre la ciudad al sobreexplotarlos.

"La única manera de que eso sea posible es que exista una capa impermeable que separe el acuífero superior que se encuentra a 800 metros de profundidad, de los acuíferos que están abajo, a mil metros de profundidad", mencionó.

Durante la presentación que se llevó a cabo en la Planta Potabilizadora "Xaltepec" del SACM, ubicada en la delegación Xochimilco, el titular del organismo local sostuvo que actualmente no se tiene la certeza de que existan acuíferos independientes, pero son los estudios que se están realizando, los que permitirán a la Conagua hacer lo necesario para que formal y legalmente se determine que existe un acuífero profundo y con base en ello, permitir extraer más agua del subsuelo bajo la condición de que sean "pozos ciegos".