Tixtla, Guerrero.- A mes y medio del golpe de la tormenta Manuel en Guerrero, vivos y muertos siguen bajo el agua en Tixtla; una bomba extrae miles de litros de agua sucia estancada entre cientos de tumbas y los esfuerzos parecen inútiles.
Al menos no alcanzaron para que la gente visitara en estos primeros dos días de noviembre a sus muertos. "La gente se arriesga para ir a visitarlos y es muy difícil, pero uno que tiene esas costumbres de ir a visitar a nuestros muertitos, a lo mejor se arriesgan", dijo la habitante de Tixtla, Guerrero, María Natividad Moctezuma.
El drenado del agua de la Laguna Negra que invadió a Tixtla, es a cuenta gotas: inicio hace tres semanas y el reporte indica que el nivel de la inundación apenas descendió poco más de un metro.
Únicamente la gente que habita en las orillas ha podido regresar a sus casas y solo a iniciar una limpieza ardua.