Aunque se ha reducido, todavía existe una excesiva presencia de flúor en el agua que consumen los duranguenses. Y es que solamente está permitida una parte por millón de este elemento, pero en la actualidad hay pozos en los que se registran cuatro partes por millón.

Así lo informó Humberto Lizárraga, catedrático de la Facultad de Odontología de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), quien refirió que en años pasados había presencia de hasta ocho partes por millón de flúor en el agua.

El exceso de flúor en el agua no sólo provoca que se manchen los dientes, sino que también puede generar daños en los huesos, por lo que a decir del entrevistado es necesario que se implemente un mecanismo para tratar el agua con el fin de evitar afectaciones a la población.

Asimismo, comentó que no es recomendable que las personas recurran a los tratamientos que se pueden obtener fácilmente en los centros comerciales para el desmanchado dental, ya que, más que beneficiar, pueden perjudicar la dentadura.

Esto debido a que estos productos debilitan el esmalte provocando sensibilidad y, en algunos casos, problemas que ameritan tratamientos como endodoncias.

Aunque la función de los dientes es fundamental para la vida cotidiana, es una realidad que la gran mayoría de las personas no acude con el dentista, sino hasta que ya hay un daño importante y no se pueden hacer tratamientos preventivos.

Ante ello, el entrevistado exhortó a la población a adquirir conciencia sobre la importancia del cuidado dental.