Ante el inminente avance del proyecto acueducto Monterrey, mediante el cual se llevará agua del río Pánuco hasta el estado de Nuevo León, la diputada local, Rocío Guzmán de Paz señaló que no queda más remedio que aceptar la decisión, pero “sacarle raja y el mayor provecho posible”.
Dijo que desde hace un par de años han solicitado información y estudios a la delegación de la Comisión Nacional del Agua, cuenca Golfo Norte, donde su postura siempre es avalando el proyecto y descartando la posibilidad de que se salinice el río.
Frente a este panorama, opinó que sólo resta exigir obras, particularmente de dotación de agua potable a las comunidades del norte de Veracruz, como un condicionamiento para que se lleven el vital líquido del río Pánuco hasta Monterrey.
Rocío Guzmán de Paz manifestó su rechazo a un proyecto de esta magnitud en tanto no se dé a conocer el mecanismo de infraestructura para garantizar agua en los usos doméstico, agropecuario, industrial y hasta de generación de electricidad.
Señaló que es necesario que la información detallada sea dada a conocer por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y que no sea necesario utilizar las instancias como el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) para obtener los detalles que deberían ser ya del dominio público no sólo para normar criterios sino para evitar especulaciones o desinformaciones y para que exista la garantía de que no resultará afectada la ciudadanía y que tampoco se impactará al equilibrio ecológico.
La diputada local indicó que si este proyecto es viable debe generar beneficios “hay que sacarle tajada” para garantizar que se abastezca en todos los usos el agua para la zona norte de la entidad, recomendó al gobierno del estado hacer los acuerdos y negociaciones correspondientes para que la infraestructura hidráulica sea el beneficio colateral de este proyecto en caso de ser viable y no afectar al equilibrio ecológico.
Mencionó que como diputada apoyaría las propuestas del gobierno del estado en este sentido para garantizar el vital líquido y en consecuencia garantizar el progreso y el desarrollo.
