GUADALAJARA, Jalisco.- Será obligatorio el aprovechamiento de agua pluvial, a propuesta del diputado del PRI Jaime Prieto Pérez, el pleno del Congreso del Estado votó por unanimidad a favor de la captación de agua pluvial, para utilizarla en diversos usos no potables y recargar los acuíferos abatidos.
En Jalisco es elevada la cantidad de precipitación pluvial y estas aguas no siempre se reincorporan a los mantos acuíferos, suelen contaminarse en la calle y se pierden en los sistemas de alcantarillado y drenaje.
Derivado del incremento poblacional y la falta de líquido, tienen como resultado que desde hace años en Jalisco se realicen cortes de suministro de agua o "tandeos", afectando a la población en la realización de sus tareas diarias; haciendo evidente que en los años venideros existirá una crisis para obtener agua potable, muestra de ello es la lamentable situación que atraviesa el Lago de Chapala, cuyo actual porcentaje de almacenamiento es del 39.45% de su capacidad total, explicó el legislador priísta.
El resultado de la aplicación de esta ley, destacó, será trascendental para conservar el agua potable para consumo de los jaliscienses, a través de la implementación de sistemas de recolección de agua pluvial, una alternativa sustentable y ecológica que a largo plazo es económica, para mantener áreas verdes, unidades deportivas y edificios administrativos. Asimismo, podrán ser sistemas que pueden llegar a implementarse en lugares como escuelas, bibliotecas, mercados municipales, áreas de cultivo y hogares.
Dichos sistemas de captación de agua lluvia son dinámicos y de distintas proporciones, así como ubicaciones y los costos dependerán de los materiales con que se realicen.
La precipitación anual en México es de mil 489 miles de millones de metros cúbicos (760 mm) de ésta se estima que 73.2% se evapora y regresa a la atmósfera. Si este recurso fuera captado y aprovechado se podría utilizar en diversos usos no potables y recargar los acuíferos abatidos. Sobre todo teniendo en cuenta que el país ha pasado en las últimas décadas de una situación de exceso de agua y otra de baja disponibilidad.
Los efectos del cambio climático están produciendo estaciones impredecibles, fenómenos más intensos tanto sequías como inundaciones, y se están sobre pasando las cifras máximas de las que se tiene registro, situación que se está convirtiendo en una constante, 2010 fue el segundo año más lluvioso y en 2011 se vivió una de las sequías más largas e intensas registradas en México que afectó a 40% del territorio.