La Profepa retiró 150 mil toneladas de tierra contaminada de cianuro de sodio del río Yaqui y de la carretera a Yécora en donde ocurrió el volcamiento de la pipa que transportaba este químico el pasado jueves 22 de agosto, confirmó Jorge Flores Monge.
El delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Sonora aseguró que ya no existe la presencia de cianuro de sodio en la tierra ni en el agua del río Yaqui ni en mantos freáticos de la región de Ónavas y poblaciones cercanas.
El funcionario federal señaló que corresponde a las autoridades de Protección Civil del Estado levantar la contingencia que todavía permanece desde el pasado jueves 22 de agosto.
Por lo que todavía la población de Ónavas, Tonichi y comunidades cercanas reciben el abasto de agua a través de pipas y en garrafón para evitar que utilicen el vital líquido de la llave, del río Yaqui y de los pozos, explicó.
Flores Monge apuntó que las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes determinan si aplicarán una amonestación con apercebimiento o una multa de tres millones 200 mil pesos a la empresa Posabro S.A. de C.V. que es la propietaria de la pipa y la compañía de la mina de oro Mulatos la que recibiría dicho químico, debido al derrame del cianuro de sodio.
El pasado jueves 22 de agosto una pipa de doble remolque de la compañía Posabro S.A de C.V. se volcó en el kilómetro 167 de la carretera Hermosillo-Yécora el cual transportaba 16 mil litros de cianuro de sodio y se derramaron 3 mil litros del químico.
De inmediato personal de la Conagua, Profepa, Semarnat, Protección Civil del Estado de Sonora y empleados de las empresas Posabro y la mina Mulatos empezaron a retirar el derrame del cianuro de sodio y empezar con las investigaciones de la presencia del químico en el río Yaqui y mantos acuíferos.
Por lo tanto se detectó este químico en el agua de ambos lugares y implemento una contingencia por parte de Protección Civil del Estado y se prohibió que los habitantes de las poblaciones cercanas como Ónavas, Tonichi, entre otras, consumieran el recurso vital de los pozos, y de la llave de agua de los domicilios, así como evitar que los animales de granja bebieran del río Yaqui.