"La mayoría de nuestra actividad es ganadera, pero también tenemos algo de agricultura, pero ambos se han visto beneficiados con las aguas que han caído; aunque en algunas viviendas les entró agua o algunas parcelas se inundaron, es más el beneficio que nos trae esta agua", comentó Víctor Manuel Galván Martos, alcalde de Hidalgo.
Dijo que el agua que ha caído ha beneficiado mucho a los agostaderos; aunque en algunos lados hubo mucha agua y se veían inundados, el subsuelo se encargo de absorberla y ahora esos agostaderos tienen mucha humedad, suficiente para reverdecer los pastos.
Lamentó que por la sequía el 30 por ciento del ganado que quedaba en el municipio se murió o fue vendido porque los dueños ya no podían mantenerlo y no había agua. Por ello, ahora con los agostaderos con pasto nuevo y los abrevaderos llenos, la ganadería volverá a florecer en el municipio.
"Servirá para que el poco ganado que queda pueda alimentarse bien y los becerros que vienen puedan crecer con buena alimentación y buena salud", señaló el edil Víctor Manuel Galván Martos.