El PUMA colaborará en realizar un plan maestro que desarrolle la infraestructura
En las conclusiones del Seminario Plan Director de Urbanismo Iztapalapa 2025, realizado en la Unidad de Seminarios Doctor Ignacio Chávez, expertos y funcionarios plantearon que entre las principales acciones para esa demarcación están: revertir rezagos, aprovechar a sus jóvenes, mejorar la capacidad de organización y el rescate de espacios públicos.
La UNAM fue anfitriona del seminario, organizado por las autoridades delegacionales. En ese esfuerzo de vinculación, esta casa de estudios y otras entidades académicas establecieron estrategias de desarrollo basadas en la participación y cooperación local, y reconstrucción de la identidad comunitaria, a partir de redes de colaboración amplias.
El Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA), mediante su coordinadora, Mireya Ímaz, presentó dos temas fundamentales: gestión del agua en Iztapalapa y manejo de residuos sólidos urbanos. Dicha instancia universitaria, expuso, coordina una serie de reuniones y foros de discusión académica, que permiten reconocer los diagnósticos existentes y recabar nueva información en materia de abasto y calidad el agua.
Además, dijo, será responsable de identificar y diseñar las soluciones más factibles, en colaboración con un amplio grupo de especialistas y la incorporación de ideas y opiniones de autoridades, sociedad civil y operadores del sistema de agua en los ámbitos local y federal.
Diversas soluciones
Subrayó, asimismo, la necesidad de transitar del presente modelo de gestión hídrico insustentable, basado en su dependencia de fuentes externas, a otro que incorpore diversas soluciones a partir de una visión multidisciplinaria e intersectorial, que funcione en el corto, mediano y largo plazos.
Para lo anterior, el PUMA iniciará una serie de estudios de disponibilidad y fuentes potenciales para el abasto a la delegación y colaborará en la elaboración de un plan maestro que desarrolle la infraestructura.
Sobre el tema, Carlos Arámburo, coordinador de la Investigación Cientí- fica de esta casa de estudios, enfatizó la necesidad de revertir los atrasos acumulados en esa zona del Distrito Federal, y fortalecer su identidad mediante la redignificación y resignificación de la cultura y lugares comunitarios.
Esta delegación concentra el mayor número de habitantes (20 por ciento de la población total de la capital del país) y eso genera requerimientos sociales de primer orden. No obstante, destacó que entre las principales fortalezas están juventud, capacidad organizativa, tradiciones culturales y presencia de importantes redes comunitarias.
“El oriente tiene proyectos”, apuntó Ricard Fayos Molet, experto español, uno de los responsables del plan, quien refirió que en Iztapalapa habitan un millón 800 mil personas. Entre lo que se propone está la reubicación del centro con actividades políticas y administrativas, y la eliminación de comercio informal.
Del Cerro de La Estrella se aprovechará el entorno natural y urbano, y se considerarán los actos que ahí se celebran en Semana Santa y la ceremonia del Fuego Nuevo; San Miguel Teotongo contará con equipamiento multifuncional para atender a la colectividad, precisó el especialista barcelonés.
El espacio público en las inmediaciones del templo de Culhuacán se reordenará con la integración de elementos culturales, y se aprovechará el potencial de transformación de las vías urbanas que cruzan la demarcación y el transporte colectivo. Además, hay un plan rector de iluminación y de atención a la seguridad de los ciudadanos, indicó.
Replantear el tratamiento del agua
Adicionalmente, Manuel Perló Cohen, exdirector del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, y Loreta Castro Reguera Mancera, urbanista de la Facultad de Arquitectura, presentaron un proyecto de rescate del espacio público y de mejoramiento de los sistemas de desalojo de aguas pluviales y negras.
“Éste pretende convertir, a mediano plazo, a Iztapalapa en un sitio precursor en tratamiento hídrico con impacto en la solución de problemas como las inundaciones. Se busca mejorar la disposición de los escurrimientos y tratar al líquido por medio de la filtración y retención para remover contaminantes.”
La propuesta, dijo Loreta Castro, se basa en los lineamientos de la utilización del paisaje como infraestructura urbana, que van más allá de lo estético y recreativo y buscan que los sistemas y entornos tengan otras funciones y se desempeñen de mejor manera.
En ese sentido, Perló llamó a realizar “un peinado exhaustivo” en la demarcación para identificar las áreas con potencial para captar agua de lluvia porque, aseguró, “hay una falta de cultura hídrica importante.