El llamado ‘séptimo continente’ atrae y concentra como un remolino toneladas de residuos plásticos.
La contaminación por residuos plásticos tiene carácter planetario y alcanza a las áreas más remotas, incluyendo a las aguas superficiales del océano abierto. Así se desprende de un estudio de investigadores del CSIC, publicado en la revista “Proceedings”, que ha demostrado que existen cinco grandes acumulaciones de residuos plásticos en el océano abierto, que coinciden con los cinco grandes giros de circulación de agua superficial oceánica.
El ‘séptimo continente’. La más conocida es el giro del Pacífico Norte, una corriente en vórtice que atrae y concentra como un remolino toneladas de residuos plásticos. Se la conoce, tristemente, como la gran placa de basura del Pacífico o el “séptimo continente”, situado a mitad de camino entre Hawai y Norteamérica. En 2010, le salió un serio competidor en el Atlántico Norte occidental. Ahora, los investigadores han comprobado que existen esas acumulaciones y otras similares en el Pacífico Sur, el Atlántico Sur y el océano Índico.
Microplásticos flotantes. La contaminación por plásticos hallada en la superficie del océano está dominada por partículas menores a un centímetro de diámetro, que se conocen como microplásticos. “Los microplásticos -explica el investigador Andrés Cózar, de la Universidad de Cádiz- pueden llegar a durar cientos de años y fueron detectados en el 88% de la superficie oceánica muestreada durante la Expedición Malaspina 2010”. Los principales residuos encontrados son polietileno y polipropileno, polímeros empleados en la elaboración de productos de uso diario como bolsas, contenedores de bebida y comida, utensilios de cocina y juguetes, entre otros.
Destino final de los desperdicios. Series históricas de concentración de plásticos en la superficie en zonas muertas del océano muestran que no se ha producido ningún incremento significativo desde los años 80, a pesar del aumento en la producción de plásticos y en el vertido de estos a los mares.
Esto sugiere que las aguas superficiales no son el destino final para los residuos plásticos en el océano, y que grandes cantidades de microplásticos podrían estar pasando a la cadena alimenticia marina y a los fondos oceánicos.
Por tanto, “el reto pendiente es averiguar dónde está el resto de los plásticos que entran al océano”. Una parte de los desechos se fragmenta en nanopartículas y otra se va para el consumo de los microorganismos marinos.
Detalles
Las ‘sopas de plástico’ están matando más animales
Alimentos. Las “sopas de plástico”, como los expertos han bautizado a las grandes concentraciones de basura presentes en los océanos, suponen un peligro comparable al que acarrean los impactos negativos derivados del cambio climático.
Ballena. Cincuenta y nueve objetos de plástico (la mayor parte de ellos procedente de las cubiertas que se usan en los invernaderos), que juntos sumaban veinte kilos de peso, han sido encontrados en el estómago del cadáver de una ballena -de 5 toneladas y 14 metros.
