Los ataques de las Fuerzas Armadas israelíes en la Franja de Gaza han dejado sin suministro de agua a unas 31.000 personas en Gaza, Jan Yunis y Beit Hanun, según ha informado este lunes Acción Contra el Hambre (ACH). Los daños en las infraestructuras no sólo han afectado al saneamiento de las aguas sino también a las líneas de electricidad.

En un comunicado, ACH ha alertado de las consecuencias de los combates para la población civil. Según sus estimaciones, 1,8 millones de personas se encuentran en peligro en Gaza y en las próximas horas se espera el desplazamiento de unos 60.000 palestinos hacia las regiones vecinas, donde ya hay unos 4.500 desplazados. Por otro lado, los cohetes lanzados desde la Franja y Líbano amenazan la seguridad de cuatro millones de civiles israelíes.

Los desplazamientos internos también han dificultado la distribución y el acceso a la comida. ACH da asistencia alimentaria a unas 200 familias en el campo de refugiados del distrito de Jan Yunis y prevé ayudar a otras 400.

ACH trabaja también en el saneamiento de las aguas. La operación Margen Protector no sólo ha afectado a los civiles sino también a las infraestructuras, entre otras, las plantas de saneamiento de agua. En Gaza, el 90 por ciento del agua está contaminada, lo que sumado a la escasez de alimentos supone un grave riesgo para la salud pública. Además, los últimos ataques han dejado sin electricidad al 75 por ciento de la población gazací.