Explicó que esto no podía pensarse todavía a finales de los años noventa o del siglo pasado, cuando llevar la electricidad a las comunidades más alejadas como en la zona indígena, las Quebradas o zona Sierra era una inversión muy elevada de dinero.
No solo porque es complicado el tendido del cableado sino porque entre vivienda y vivienda existe una separación grande y una obra de esa naturaleza tiene gastos millonarios para llevar electricidad a 10 casas.
Por ello en la mayoría de las estadísticas municipales aparece el sector de servicios de agua potable muy por encima del de energía eléctrica.
En cuanto al agua potable, bastaba localizar una fuente de agua y luego de ahí llevar un tendido de tubería hasta la comunidad para alimentar a las 10 viviendas de la misma.
Hoy en día, ya no es tanto problema poder dotar de energía eléctrica a las comunidades más alejadas porque existe ahora la energía solar, que cada año que pasa va resultando más barata.
Una celda solar para abastecer de energía a una familia en la zona rural antes tenía un costo muy elevado en miles de pesos, cuando hoy se puede adquirir por una cantidad mínima.
Incluso, el Delegado puso un ejemplo en una comunidad indígena en los límites entre Pueblo Nuevo y Mezquital, una comunidad con todo y sus anexos en donde el tendido de energía eléctrica y la instalación tiene un costo proyectado de casi 50 millones de pesos.
Sin embargo, instalar la energía solar tiene un costo de 14.5 millones de pesos sin necesidad de dañar el bosque con el derribo de árboles para el tendido de cables.
La introducción de redes de agua sigue siendo igual de cara, por lo que hoy en día ya es más barato llevar la energía eléctrica a las zonas alejadas del estado que la red de agua.