Córdoba, Ver.-más de 2 mil habitantes de la congregación San Rafael Calería, siguen consumiendo el agua contaminada del río Seco, la crisis empeora cada vez más y se recrudece en temporada de estiaje, pese al apoyo del DIF municipal, las pipas de agua que envían no son la solución para ellos, afirman exintegrantes del Comité del Proyecto Bandera Blanca.
Gregorio Merino Deling, señala que desde la administración de Juan Antonio Lavín Torres presentaron el proyecto de abastecimiento para las comunidades que carecen del vital líquido; sin embargo, no ha prosperado ante la negativa de habitantes de Amatlán para permitir que tomen agua del río Atoyac.
Esta situación, ha ocasionado enfermedades en la piel, así como en el estómago, debido a que utilizan el agua para los quehaceres del hogar, los que tienen para comprar garrafones, lo hacen, pero la mayoría no, pues significa un gasto extraordinario para las familias.
"El agua viene muy contaminada por la alcoholera, entonces cuando la gente la usa para bañarse comienza a sentir comezón en la piel y son varios los que han presentado este tipo de padecimientos", agregó.
Destacó que también requieren la presencia de las autoridades de Salud, al tener casos de padecimientos como el dengue, pues tienen que acumular agua y en ocasiones esto puede derivar en la proliferación del mosco transmisor del dengue.