De los cinco glaciares que conformaban el Pico de Orizaba, sólo quedan dos. Los glaciares perdidos son imposibles de recuperar debido a los efectos de la contaminación nacional, advirtió el delegado federal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el estado, José Antonio González Azuara. 

El pasado mes de abril, científicos e investigadores de la UNAM lamentaron la pérdida del tercer glaciar conocido como "Pecho de la Paloma", así como también, se reconoció la pérdida del 87% de la zona de bosque del lugar, condición crítica en materia de deforestación. 

Sobre este problema, el delegado de Semarnat refirió, se calcula en México la pérdida de entre 150 mil hasta 450 mil hectáreas por año en todo el país y desafortunadamente, Veracruz ha sido uno de los estados más afectados por los problemas de contaminación y cambio de uso de suelo.

Respecto al actual estado del Pico de Orizaba, añadió, “hay un problema de tala clandestina que debemos atender en forma consensuada con las fuerzas de seguridad del país y muchos proyectos de desarrollo comunitario porque en la zona hay mucha pobreza”. 

Sin embargo, detener la tala inmoderada y los cambios de uso de suelo no ayudarían mucho a la causa del volcán porque “la pérdida de glaciares tiene que ver con el fenómeno mundial del cambio climático y ayudaría mucho incrementar la superficie forestal de la región pero sería muy difícil que recuperáramos el glaciar sólo reforestando”. 

La ayuda al Pico de Orizaba “es un tema de reducción de emisiones de carbono a la atmósfera que tiene un componente mucho más regional y nacional”, requiere de la voluntad política y el esfuerzo de muchas industrias y empresas que indiscriminadamente usan materiales tóxicos, agresivos, dañinos a nuestro medio ambiente. 

González Azuara instó a todos los involucrados a promover esquemas de manejo sustentable a fin de colaborar a la causa ambientalista y en años posteriores no seguirnos lamentando por el estado de nuestros bosques, glaciares y selvas.