Durango, Dgo.- El abasto de agua para 1.5 millones de habitantes de los municipios de Lerdo y Gómez Palacio, Durango, y Torreón y Matamoros, Coahuila, en la región de La Laguna, es cada vez más escaso. De no tomarse medidas, en tres años ya no habrá líquido del subsuelo, advirtió Jorge Herrera Caldera, gobernador de la primera entidad.

El problema, comentó, es que en el subsuelo de esa zona ya casi no hay agua, y la que se extrae a profundidades cada vez mayores contiene arsénico y otros elementos tóxicos, y su potabilización resulta cara.

"A este ritmo, en tres años no vamos a tener agua en el subsuelo, se va a acabar", lo que tendrá graves repercusiones en la cuenca lechera más grande del país y una de las regiones de mayor producción de carne en México, advirtió.

Por ello, dijo, se impulsa el proyecto Agua Futura, que consiste en la construcción de un acueducto con el cual ambos estados pretenden traer agua desde la presa Lázaro Cárdenas, en el municipio de Indé, Durango, a más de 200 kilómetros de la región lagunera, con un costo de 7 mil millones de pesos.

Esta inversión "no es nada comparada con el beneficio que traerá a esta zona ni con lo que pueda pasar en tres años si no se hace nada", agregó el gobernador.

Luis Fernando Uc Nájera, director local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), comentó que al gobierno federal le urge empezar a instalar tubería desde la presa Lázaro Cárdenas hacia la zona metropolitana de los cuatro municipios mencionados.

Además se tendría que instalar una planta potabilizadora y cuatro sistemas que se conectarían a las redes municipales de distribución, precisó.

Uc Nájera dijo que el acuífero de La Laguna es el único del norte del país que se encuentra en estado crítico. En Durango existen otros cinco acuíferos sobrexplotados, pero ninguno como el de los municipios laguneros.

Pendiente, la modernización de sistemas de riego agrícola.

El gobernador reconoció que el agua se usa en forma ineficiente y que se deben tecnificar los cultivos. En la mayoría de las parcelas se sigue utilizando el sistema de riego rodado, que desperdicia un alto volumen de agua.

De las 10 mil hectáreas donde se planea tecnificar el riego este año, 70 por ciento se encuentran en la región de la Laguna, dijo.

La escasez también afecta a los municipios de Tlahualilo, San Juan de Guadalupe, Simón Bolívar y parte de Cuencamé, los cuatro ubicados en la comarca Lagunera de Durango, donde cada año unos 10 mil habitantes reciben agua con carros cisternas.

Treinta comunidades de 11 municipios con más de 20 mil habitantes reciben agua con este sistema; los de mayor demanda son Pueblo Nuevo y Tlahualilo, pero los demás municipios ya solicitaron apoyo a la Conagua.