Atlixco. El presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso de la Unión, el diputado Silvano Aureoles Conejo del Partido de la Revolución Democrática (PRD), afirmó que las tensiones y enfrentamientos entre comunidades que genera la escasez de agua se agudizarán en el futuro, ya que el cambio climático afectará severamente su distribución.

Agregó que el líquido es factor elemental para la salud, principalmente en zonas de pobreza. “La mortalidad infantil y enfermedades aumentan en zonas donde no hay acceso y cuidado adecuado del agua”, destacó durante una conferencia.

Aureoles Conejo aseguró que en San Lázaro trabajarán para que antes de que concluya la actual Legislatura quede aprobada la nueva ley de aguas nacionales ya que “el agua es fundamental y estamos obligados a manejarla bien, cuidarla y a alcanzar una justicia distributiva; en pleno siglo XXI siguen habitando en el país personas sin acceso a este recurso”, subrayó.

Advirtió que, según estimaciones, para el año 2030 entre 20 y 30 por ciento de la población sufrirá escasez y falta de acceso al agua. “Vivirán en estrés hídrico”.

El legislador explicó que se busca recoger las propuestas y preocupaciones a la ciudadanía sobre las “lagunas” que tiene el marco actual. Indicó que es necesaria una nueva ley de aguas nacionales que incluya sanciones y medidas de seguridad para el uso, aprovechamiento y tratamiento del recurso, así como los sistemas que ayuden a los ciudadanos a exigir el derecho a tenerlo.

Agregó que deben incluirse las acciones de atenuación de los efectos del cambio climático, garantizar la seguridad de asentamientos humanos y contemplar la perspectiva de género en las políticas públicas.

Pidió a los legisladores federales dar mayor fortaleza a los municipios en la próxima ley de aguas nacionales con el objetivo de mejorar la administración del vital líquido. “Actualmente se paga más por el agua de garrafón que lo que se le paga a los organismos operadores, lo que ha provocado entidades débiles”, agregó.

Dijo que los subsidios deben dirigirse más a comunidades rurales y no sólo no a las grandes ciudades. Además planteó instaurar las “oficinas de reconstrucción”, como existen en otros países, para reparar los daños que ocasionan las inundaciones. “Podrían aplicarse en México, ya que seguiremos teniendo estos fenómenos”.

Por último, sugirió la profesionalización del sector en busca de construir una Comisión Nacional del Agua más fuerte y dotándola de las herramientas necesarias.

Afirmó que el derecho al agua, como derecho humano, empieza a ganar un lugar en las discusiones técnicas y constitucionales de los tribunales. Destacó que el Poder Judicial “se ha tomado muy en serio” llevar a la realidad el derecho humano al agua, además de los que ya reconoce la Constitución y los tratados internacionales de los que el Estado mexicano es parte.