CIUDAD OBREGÓN, Sonora.- Alrededor de 23 mil residentes de comunidades aledañas al río Sonora, cumplieron casi 90 días sin agua potable, tras el derrame de lixiviados de cobre de la mina Buena Vista del Cobre de Cananea.  

En los 7 municipios afectados, siguen el desabasto de agua, el desempleo y la falta de recursos económicos.

Las familias afectadas insisten que no utilizarán el agua de los pozos hasta que no haya certeza plena de que el agua está completamente libre de contaminantes.

"Que no se va abrir los pozos hasta que esté bien todo, mientras no", dijo Rosalía Quintero, habitante Aconchi.

Ante esta situación, el agua escasea en Aconchi y las pipas sólo llegan cada tercer día.

"Ha afectado mucho aquí, se cancelaron las siembras, cancelaron los pozos hasta ahorita no han abierto el río. Nadie quiere tomar agua que dicen que está contaminada, el agua está escaseando", señaló  Mario Saucedo Robles, habitante Aconchi.

Lupita es madre soltera, vive en San Pedro de Ures y dice que el desabasto de agua les complica la vida.

"Muy mal la verdad porque es un acarrear de agua, para el baño para los trastes, para la comida agua purificada que la entregan, para bañarse", explicó Guadalupe María, habitante Ures.

Pese a que Cofepris liberó 31 pozos de uso doméstico, la población se niega a tomar agua de estas fuentes de abastecimiento de agua potable.

"Ya los 31 pozos presentaron niveles muy por abajo de la norma en metales pesados. Además tenemos otros tres pozos que están siendo ya muestreados para llegar a  34, casi 35 el 100% del abasto, estamos revisando 13 adicionales", indicó Mikel Arriola, Comisionado de Cofepris.

Esta semana la Conagua continuará trabajando en la relocalización de pozos nuevos, como en Baviácora donde ya fueron reubicados dos pozos, en la Aurora y Mazocahui, así como en Ures que ya se está electrificando otro pozo.