Con un futuro incierto por delante y sin plan alguno para su conservación o rescate, la presa de Pozuelos parece estar condenada a la extinción, en medio del olvido de la gente y autoridades que sólo son testigos de su deterioro y abandono.

Este embalse con varios cientos de años de antigüedad ha dejado atrás sus mejores épocas y de una extensión que llegó a tener al menos cuatro hectáreas, hoy el cuerpo de agua ocupa a lo sumo una hectárea.

Los pescadores y nadadores han dejado de frecuentarla, a grado tal que las veredas y caminos de los alrededores han sido invadidos por la maleza.

Por ahora, se carece de un plan para su rescate o conservación, ya que autoridades municipales informaron que no se tienen programadas obras para ese fin en este lugar.

En un recorrido de am Express por las orillas de la presa que se construyó en los primeros años de Siglo XVIII, se pudo comprobar cómo su tamaño se ha reducido y su nivel de almacenamiento también.

La flora y la fauna de la zona parece que se resisten a no contar o ver más este espacio y pese a todo siguen creciendo, y los animales, especialmente aves y algunos anfibios, pueden ser vistos en las riberas.

Incluso, un pequeño grupo de aves migratorias pasea por toda la superficie de esta presa, la cual llegó a ser una de las más importantes en la ciudad.

Por su ubicación esta presa que se construyó para controlar las fuertes avenidas de agua que se forman en la zona alta del cerro de la Bufa, debería ser incluida en algún plan o proyecto de rescate, pero a la fecha sigue sin serlo.