Puebla.- Una veintena de jóvenes navegaron en lanchas inflables 2.5 kilómetros del río Atoyac en el municipio de Puebla para exigir trabajos coordinados de autoridades, empresas y sociedad en general, que permitan lograr la limpieza del afluente, uno de los tres más contaminados del país.
Los jóvenes poblanos navegaron sobre el río entre el Módulo de Información del Río Atoyac (Mira), junto al Centro Integral de Servicios (CIS), y el bulevar Cúmulo de Virgo como un llamado para que se detenga la contaminación.
Con expresiones como “¡Atoyac, vivo!”, “¡Atoya... Madre!” y “Atoyac, limpio!”, los jóvenes se subieron a las lanchas y corroboraron la presencia de agua contaminada y bolsas de basura a los alrededores.
Ray Alonso, uno de los jóvenes que se subió a las lanchas para realizar la navegación, reveló que encontraron un río contaminado que requiere la participación de todos los sectores para limpiarlo.
“Lo navegamos para que la ciudad se acuerde que tenemos un río que es vida, que tiene árboles, que está verde. También buscamos comprometer a las autoridades a que hagan su trabajo. Es necesario porque es una responsabilidad de todos”, apuntó.
Carlos Tapia, otro de los activistas que se subió a las lanchas, destacó el rio Atoyac que es el reflejo de un problema grave: la contaminación que genera la sociedad.
“El agua está muy sucia. Navegamos aquí hace dos años y creo que está un poco peor. El Atoyac es un drenaje. Nos enfrentamos a muchos riesgos de salud, si te entra la contaminación a los ojos, es un desastre, tuvimos que caminar por el agua. Esperemos no nos pase nada”, apuntó el joven.
Señaló que con su navegación, se solicita el compromiso de autoridades, empresas y organizaciones para que se limpie el afluente.
“Nosotros daremos seguimiento a las acciones que realicen las autoridades y el próximo año volveremos a salir para navegar”, detalló.
Según el estudio “Ríos Tóxicos Lerma y Atoyac. La historia de la negligencia continúa 2014”, presentado por la organización no gubernamental Greenpeace, la mayor parte del río Atoyac que cruza por los estados de Puebla y Tlaxcala y que forma parte de la cuenca alta del río Balsas, es “altamente tóxico” y representa un peligro severo para los 1.2 millones de personas expuestas en las proximidades del afluente.
La investigación revela que el río Atoyac se encuentra contaminado ocho veces más al límite establecido por la norma oficial, el 78 por ciento de las industrias que descargan aguas no cumplieron con la NOM-001 y el agua del afluente perdió el oxígeno suficiente para la vida de especies.